En una decisión judicial significativa, el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago ha ordenado la prisión preventiva de cinco de los once ex carabineros acusados de diversos delitos, incluyendo cohecho, apremios ilegítimos, tráfico de drogas y detención ilegal. Estos delitos ocurrieron en el barrio Meiggs, un lugar conocido por ser un bullicioso centro comercial en la capital chilena.
La decisión del tribunal se produce luego de que la Fiscalía Metropolitana Centro Norte solicitara la prisión preventiva para todos los acusados. Los delitos que se les imputan a estos ex carabineros se cometieron entre los años 2022 y 2023, afectando principalmente a comerciantes de nacionalidad china en el barrio Meiggs.
El tribunal también dictó medidas cautelares para otros ex uniformados involucrados en el caso. Dos de ellos recibieron la medida cautelar de arresto domiciliario total, mientras que el resto obtuvo la medida de arresto domiciliario nocturno.
La fiscal Marcela Adasme, quien presentó los cargos durante la audiencia de formalización, expresó su preocupación por la gravedad de las acusaciones. Según Adasme, los acusados traicionaron la confianza que la sociedad había depositado en ellos.
Adasme señaló que estos ex carabineros habían abusado de su posición para controlar la identidad de personas sin dejar registro alguno. Además, los acusados también solicitaron beneficios económicos a cambio de omitir sus deberes y obligaciones. En algunos casos, incluso se les acusa de amenazar a las víctimas con la creación de infracciones inexistentes.
Este caso ha provocado una gran controversia, ya que pone en tela de juicio la integridad y el comportamiento de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en Chile. La decisión del tribunal de imponer la prisión preventiva a algunos de los acusados envía un mensaje claro de que tales conductas no serán toleradas.
Es importante mencionar que la prisión preventiva es una medida cautelar que se utiliza en el sistema judicial chileno para asegurar la comparecencia del acusado en el juicio y garantizar la seguridad de la sociedad y de las víctimas. Sin embargo, no debe interpretarse como una condena, ya que la culpabilidad o inocencia del acusado aún debe ser probada en un juicio.
Este caso está lejos de resolverse, y se espera que los procedimientos legales continúen en los próximos meses. Mientras tanto, la comunidad del barrio Meiggs y la sociedad chilena en su conjunto están a la espera de que se haga justicia y se tomen medidas para prevenir futuros incidentes de este tipo.
El impacto de este caso en la imagen y la reputación de los Carabineros de Chile es significativo. Esta no es la primera vez que los miembros de esta institución se ven envueltos en acusaciones de corrupción y abuso de poder. Sin embargo, el alcance y la gravedad de las acusaciones en este caso particular han causado una gran preocupación entre el público.
El futuro de los acusados y las implicaciones de este caso para los Carabineros de Chile y para la seguridad y la justicia en el país andino están por verse. Mientras tanto, este caso sirve como un recordatorio de la importancia de la integridad y la responsabilidad en las fuerzas del orden y de la necesidad de mecanismos de rendición de cuentas efectivos para garantizar que aquellos que abusan de su poder sean llevados ante la justicia.