El Ministro de Asuntos Europeos de la República Checa, Martin Dvorák, ha expresado su preocupación por el auge de la extrema derecha, la polarización y el populismo en su país y en Europa en una entrevista con EL PAÍS. Dvorák, un político de la fuerza liberal minoritaria STAN (Alcaldes e Independientes), es una de las cinco fuerzas que forman la coalición liderada por Petr Fiala.
Según Dvorák, el intento de asesinato del primer ministro eslovaco, Robert Fico, debe servir como una llamada de atención para Europa. La cultura del odio y el discurso agresivo que se vive en la actualidad le recuerda al clima previo a la Segunda Guerra Mundial. El político checo no duda en señalar que el posible crecimiento de las fuerzas de extrema derecha en las próximas elecciones europeas debería obligar a la Unión Europea a reflexionar sobre sus fallos y por qué hay tantas personas desilusionadas.
El intento de asesinato de Fico ha dejado a Chequia en estado de shock, ya que tales acciones no forman parte de su cultura política. Dvorák instó a las fuerzas políticas a calmar las emociones y a volver a un debate político normal. Según él, las carreras políticas no deberían construirse sobre mensajes de odio, discursos agresivos y falsedades.
La amenaza rusa también fue un tema de discusión durante la entrevista. Dvorák mencionó el reciente desmantelamiento de una red de espías rusos en Chequia y describió la propaganda como una parte integral de la guerra híbrida de Rusia. Según él, cuanto más malestar, incertidumbre y animosidad exista, mejor para Moscú, ya que su objetivo es crear una atmósfera en la que se cuestione qué es verdad y qué no.
En cuanto a la iniciativa de la República Checa para comprar munición para Ucrania de forma colectiva, que ha lanzado junto con Dinamarca y Países Bajos, Dvorák afirmó que está avanzando hacia su objetivo. Sin embargo, también señaló que no es una operación que deba ser pública. Dvorák expresó su creencia de que esta iniciativa será de gran ayuda para Ucrania en la difícil situación que está atravesando.
Dvorák también habló sobre el ascenso del populismo y la extrema derecha en su país, al tiempo que la población sufre la inflación y las medidas de austeridad. Según él, estos problemas no afectarán de forma positiva a las elecciones europeas. Dvorák afirmó que los políticos tienen dos opciones: promover el humanismo y la solidaridad, trabajar juntos para ser más fuertes, o utilizar la carta del nacionalismo.
El Ministro de Asuntos Europeos de la República Checa también abordó la cuestión de los posibles acuerdos del Partido Popular Europeo con la extrema derecha. Dvorák insistió en que su primer ministro, Petr Fiala, y el partido que lidera, ODS, están más cerca del Partido Popular que de la ultraderecha.
Finalmente, Dvorák reflexionó sobre los 20 años de la entrada de Chequia en la UE. A pesar del euroescepticismo que domina el debate público en su país, Dvorák expresó su fe en el futuro y en la generación joven, que ve de forma natural ser parte de la UE. Sin embargo, también reconoció que ha habido problemas y que la UE debe reflexionar sobre qué ha hecho mal y por qué hay tanta gente desilusionada.