La Región de Antofagasta, en el norte de Chile, fue sacudida en la mañana de hoy por un sismo de magnitud 5,4, que, afortunadamente, no ha dado lugar a daños materiales ni personales. Según el informe del Centro Sismológico Nacional (CSN), el temblor ocurrió a las 10:20 horas y su epicentro fue localizado a 58 kilómetros al oeste de la Mina La Escondida.
Este movimiento telúrico es el noveno que se ha registrado en el territorio nacional en las primeras horas de este domingo 26 de mayo. A pesar de la magnitud del sismo, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) ha asegurado que «las características del sismo no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile«, lo cual es sin duda una noticia alentadora para los habitantes de la región.
El CSN detalló además que el sismo se originó a una profundidad de 95 kilómetros. En términos de intensidad, el temblor registró una intensidad de IV en la escala de Mercalli en la ciudad de Antofagasta. En otros lugares de la misma región, como Sierra Gorda y María Elena, el temblor fue de menor intensidad, registrándose como III en la escala de Mercalli. En la región de Atacama, también se observó una intensidad de III, específicamente en El Salvador.
Además de este sismo de 5,4, el CSN informó que han habido otros dos movimientos telúricos de menor magnitud en las primeras horas de este domingo. Un sismo de magnitud 3,4 se registró en Ollagüe, también en la Región de Antofagasta, y otro de la misma magnitud tuvo lugar en Visviri, en la Región de Arica y Parinacota.
La confirmación de que el sismo de 5,4 no generaría un tsunami en las costas de Chile fue anunciada a través de las redes sociales por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred). Esta afirmación se basó en un informe del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), que analizó las características del temblor.
La actividad sísmica en Chile es una constante debido a la ubicación geográfica del país, que se sitúa en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona que concentra algunas de las áreas más activas del planeta en términos de terremotos y actividad volcánica. El monitoreo constante y la rápida respuesta de organizaciones como el CSN, el SHOA y el Senapred son cruciales para manejar y mitigar los riesgos asociados con estos fenómenos naturales.
De hecho, la Región de Antofagasta, donde se originó el sismo, ha sido históricamente una de las regiones más activas en términos de sismicidad en el país. La Mina La Escondida, cerca de cuyo oeste se localizó el epicentro del sismo, es un importante centro minero y uno de los motores económicos de la región, lo que hace aún más importante el monitoreo y la preparación ante posibles sismos.
Este nuevo sismo, aunque no ha causado daños materiales ni personales, sirve como recordatorio de la importancia de mantener una preparación constante y de seguir las recomendaciones de las autoridades en caso de que se produzcan movimientos telúricos. La prevención y la respuesta rápida son fundamentales para minimizar los posibles daños y garantizar la seguridad de todos los habitantes de las regiones afectadas por estos fenómenos.