En una localización secreta a las afueras de Lviv, en el oeste de Ucrania, se celebró una conferencia muy especial. Aproximadamente veinte representantes de diferentes sectores de la oposición rusa se reunieron el 22 y 23 de mayo para esbozar una nueva plataforma política unitaria. Esta estructura, diseñada por el llamado Foro de la Oposición Rusa en apoyo a Ucrania, se fundamenta en dos ideas principales: la primera es que Ucrania debe recuperar todo el territorio perdido desde 2014; la segunda es que la amenaza de la guerra solo acabará cuando desaparezca el presidente ruso, Vladímir Putin, y la única manera de que este caiga es mediante una revolución, sea pacífica o violenta.
Ucrania busca desestabilizar al país agresor apoyando a la débil oposición a Putin. Iliá Ponoramev, la cara más conocida del Congreso de Diputados del Pueblo (CDP), una organización opositora con sede en Polonia, explicó a EL PAÍS que Ucrania comprende su papel clave en el conflicto ya que saben que la guerra solo terminará con un cambio de régimen en Rusia. En la reunión del Foro estuvo presente un enviado del presidente ucranio, Volodímir Zelenski.
Dentro de la galaxia de grupos anti-Putin vinculados a Ucrania, se encuentra el Consejo Cívico, entidad basada en Varsovia y que desde 2023 organiza a los voluntarios rusos en Europa que quieren combatir en las filas ucranias. Existen tres grupos paramilitares que sirven en el bando ucranio: el Cuerpo de Voluntarios Rusos, el Batallón Siberiano y la Legión Libertad de Rusia. Esta última unidad, que sigue la ideología liberal del difunto opositor ruso Alexéi Navalni, participó en el Foro de Lviv.
En las jornadas del Foro de Lviv participaron por videoconferencia dos nombres famosos de la oposición rusa en el exilio: el ajedrecista y político Garri Kaspárov y el antiguo oligarca petrolero Mijaíl Jodorkovski. Ninguno de los dos ha firmado el manifiesto del Foro, pero Ponomarev se mostraba convencido de que Kaspárov sí lo hará, de la misma manera que firmó declaraciones previas similares.
Mark Feigin, quien fue abogado de las activistas y artistas rusas Pussy Riot, leyó el manifiesto ante los medios. Según Feigin, figuras como Jodorkovski, y otros grupos resistentes a Putin, como la familia y el equipo de Navalni, no están preparados para asumir las tesis de los sectores rusos apoyados por Kiev.
Feigin reveló que hay negociaciones para establecer este año en Kiev un Centro de la Oposición Rusa. En su opinión, la capital ucrania tiene mejores condiciones para albergar al exilio ruso que París, Berlín o Washington.
Este diario entrevistó a tres miembros del Batallón Siberiano. Estos fueron críticos con Jodorkovski, a quien acusaron de haberse enfrentado a Putin solo porque este acabó con su trayectoria como oligarca, pero también con Navalni, fallecido en una prisión rusa el pasado febrero.
Los perfiles políticos de las organizaciones apoyadas por Kiev son diferentes, pero comparten el mismo objetivo, derrocar a Putin, y la misma conclusión: solo es posible enfrentarse a su represión violenta con más violencia. Vitali Skoibeda, miembro del CDP, está seguro de que personalidades como Kaspárov o Jodorkovski «cada vez estarán más convencidos de que solo las armas pueden echar a Putin».
Ponomarev da apoyo a esta idea y, preguntado por la posible reacción negativa de Estados Unidos y de la UE, responde: “Me da lo mismo; si hubieran dado el apoyo suficiente a Ucrania al inicio de la invasión, ahora no tendríamos que llevar la guerra a Rusia”. Según este exdiputado de la Duma, en Rusia cuentan con 10.000 personas dispuestas a rebelarse contra Putin.
Las expectativas de Ponomarev pueden parecer exageradas. En el foro de Lviv se pidió a la oficina de Zelenski que defienda al CDP como el representante legítimo de Rusia en el exterior, con capacidad para decidir en qué se invierten los activos del Estado ruso congelados en Europa y en América del Norte. Los países del G-7 están debatiendo qué vías legales hay para transferir para la defensa de Ucrania parte de los más de 270.000 millones euros en activos rusos que han retenido los aliados de Kiev. Ponomarev está convencido de que su situación es parecida a la del líder opositor venezolano Juan Guaidó, al que el Parlamento Europeo reconoció en 2019 como legítimo presidente de Venezuela.