El diputado conservador británico Richard Grosvenor Plunkett-Ernle-Erle-Drax, de 66 años, es una figura controversial en la política británica. Notorio por ser uno de los parlamentarios más ricos en Westminster, su fortuna se estima en 175 millones de euros. Drax es también el mayor propietario de tierras en el sur de Dorset, y continúa una larga línea de políticos de su familia que ha dominado la política local durante generaciones.
La controversia en torno a Drax se acentúa con su herencia familiar. A la muerte de su padre en 2017, Drax heredó la que fue una de las mayores plantaciones de caña de azúcar en Barbados hasta el siglo XIX. El Drax Hall, como se conoce a la plantación, ocupaba 250 hectáreas y fue trabajada por cientos de esclavos africanos, que fueron transportados directamente desde África por los dos barcos de la familia Drax.
La brutalidad de las condiciones de trabajo en la plantación ha llevado al historiador local Hilary Beckles a describirlo como un campo de exterminio. Beckles, quien lidera la Comisión de Reparaciones de la CARICOM (la comunidad de países del Caribe), sostiene que miles de africanos murieron en condiciones atroces en la plantación Drax.
La controversia se ha agravado recientemente con la noticia de que el Gobierno de Barbados planeaba pagar 3,7 millones de dólares a Richard Drax para comprar 21 hectáreas de la plantación para construir viviendas sociales. Esta decisión ha sido fuertemente criticada por Beckles y otros, quienes sostienen que los Drax han causado más daño y violencia en Barbados que cualquier otra familia.
Las críticas han llevado a la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, a intervenir personalmente y bloquear la operación. Mottley expresó su entendimiento por las preocupaciones de los ciudadanos de Barbados, quienes sienten que la compra de la tierra sería una forma de robarles la oportunidad de obtener reparaciones por las injusticias históricas cometidas por los Drax.
Barbados es una república desde 2021, habiendo roto definitivamente los lazos con la Monarquía británica 50 años después de lograr la independencia. Hasta 1833, cuando se abolió la esclavitud en el Imperio Británico, fue uno de los principales centros de la industria azucarera, con 46.000 africanos esclavizados.
La historia de la esclavitud en Barbados es profundamente traumática. En su libro Los Barones del Azúcar, el historiador Matthew Parker describe cómo una cuarta parte de los esclavos transportados a la isla morían de hambre o de enfermedad durante el viaje.
Ante las críticas, Drax ha argumentado que nadie puede ser considerado hoy como responsable de lo que sucedió hace cientos de años. Sin embargo, en 2020 el semanario británico The Observer reveló que Drax no incluyó la propiedad de la plantación en el registro de intereses del Parlamento cuando la heredó de su padre.
A pesar de la controversia, Drax ha mantenido una carrera política activa. Apoyó el Brexit en el referéndum, contribuyó a la caída de Theresa May y ha elogiado a Boris Johnson. Es conocido en su circunscripción de Dorset por hacer campaña a bordo de su Land Rover y por su pasión por las motos de alta cilindrada.
En Barbados, la controversia continúa. La escritora Esther Phillips, que vivió junto al Drax Hall, ha pedido que Drax devuelva la tierra en concepto de reparaciones de la esclavitud. La Comisión de Reparaciones de la CARICOM está dispuesta a llevar la cuestión ante una comisión internacional de arbitraje, reclamando la expropiación de la plantación y su conversión en un museo sobre la esclavitud.