El panorama político se ha convertido en un verdadero campo de batalla, con los partidos políticos empleando estrategias de guerra inspiradas en la sabiduría del general chino Sun Tzu, quien famosamente afirmó que «la mejor defensa es un buen ataque». Esta filosofía de lucha ha sido adoptada recientemente por el copresidente del partido Alternativa para Alemania (AfD), Tino Chrupalla, en un esfuerzo por mantener la dignidad del partido tras la expulsión de su grupo parlamentario de la Eurocámara, donde compartía espacio con la Agrupación Nacional de Marine Le Pen y la Liga de Matteo Salvini.
Chrupalla hizo su primera aparición pública tras la crisis generada por el candidato del partido a las elecciones europeas, Maximilian Krah, quien trivializó a las SS, un movimiento que llevó a la AfD a ser repudiada por las formaciones respaldadas por Le Pen y Salvini. Chrupalla acusó a sus socios europeos de violar el principio de no injerencia al entrometerse en sus asuntos y afirmó que la AfD «no se doblegará ante las posiciones europeas solo para estar más presentables ante otros partidos».
La controversia surgió después de que Krah, en una entrevista con un diario italiano, se negara a afirmar que todos los que llevaban un uniforme de las SS eran automáticamente criminales. Las SS, o Schutzstaffel, era la organización paramilitar del Partido Nazi que administraba los campos de concentración y fue responsable de una gran cantidad de crímenes de guerra. Tras la Segunda Guerra Mundial, las SS fueron declaradas una organización criminal en los juicios de Nuremberg.
A pesar de la controversia, Chrupalla mantuvo una postura desafiante, atacando a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a quien responsabilizó por el aumento de la inmigración en Italia y el envío de más armas a Ucrania. «Esta melonización no ocurrirá con nosotros», prometió el líder de AfD, un conocido crítico de la inmigración y simpatizante del Kremlin.
En cuanto a Krah, Chrupalla le agradeció por «retirarse voluntariamente de la campaña electoral por el bien del partido». Según él, la tormenta pasará pronto, ya que hay otras formaciones en Europa con las que la AfD puede colaborar y el partido siempre ha demostrado su capacidad para superar turbulencias.
Mirando hacia el futuro, Chrupalla se enfocó en los próximos comicios alemanes, alabando al líder de Sajonia, Jörg Urban, a quien se refirió como «nuestro Viktor Orban«, en referencia al primer ministro húngaro. Chrupalla subrayó el lema «nuestro país primero» y prometió que con la AfD, «volverá a haber gas ruso a cuatro céntimos el kilovatio hora».
La AfD de Sajonia se ha reunido para elegir un nuevo comité ejecutivo y presentar su programa electoral para las elecciones regionales del 1 de septiembre. Urban instó a los delegados a evitar hablar de la exclusión de Krah y centrarse en el programa electoral estatal.
Estas deliberaciones estarán bajo la atenta mirada de muchos, ya que el Estado Libre de Sajonia considera a la AfD sajona una «organización de extrema derecha confirmada». Esto significa que los servicios de inteligencia están autorizados a utilizar una serie de instrumentos para vigilar al partido. Esta es una prueba más de las turbulencias que la AfD está atravesando, pero solo el tiempo dirá si, como Chrupalla cree, la tormenta pasará pronto.