En respuesta a las recientes declaraciones del director financiero y director de operaciones del Grupo Volkswagen, Arno Antlitz, Citroën apuesta fuerte por su modelo ë-C3 como la vanguardia en la batalla contra la creciente marea de coches eléctricos e híbridos enchufables de origen oriental. El ë-C3 se presenta como una solución para ahorrar costes de producción sin sacrificar el margen de beneficios, permitiendo a la vez ofrecer precios atractivos y competitivos en el mercado.
El Citroën C3, aunque ahora se presenta como un crossover, conserva su sencillez característica. El e-C3 representa una evolución del tradicional utilitario C3, que compartía plataforma con varios modelos de PSA, incluyendo el C3 de segunda generación, el primer Peugeot 208 e incluso el 207. Ahora, este pequeño crossover se eleva sobre la plataforma Smart Car de Stellantis, una variante de la arquitectura CMP inicialmente diseñada para crear coches de bajo coste para el mercado indio.
El e-C3 busca ser un coche sencillo en todos los aspectos, desde su estética exterior hasta su instrumentación, siguiendo la tradición de algunos de los modelos más exitosos de la marca. La simplificación de los niveles de equipamiento a dos (You y Max) también contribuye a reducir los costes de fabricación del modelo.
Uno de los componentes clave en la estrategia de reducción de costes de Citroën es la batería de ferro fosfato de litio (LFP). Según el CEO de la marca, Thierry Koskas, el uso de un sistema NMC (cobalto, níquel y manganeso) para la batería del ë-C3 habría incrementado los costes en un 20%. Teniendo en cuenta que la batería representa el 40% del coste total del vehículo eléctrico, el ahorro en la fabricación de las baterías se convierte en un factor esencial.
Además de la versión eléctrica, el Citroën C3 también ofrece una versión de combustión equipada con el conocido motor 1.2 Puretech de 100 CV, con un precio de partida de apenas 14.990 euros. Entre sus principales competidores se encuentran el recién renovado Suzuki Swift y el Dacia Sandero, este último sigue siendo el vehículo más matriculado en España.
A pesar de sus prestaciones, el Citroën ë-C3 se pondrá a la venta por menos de 25.000 euros en su versión base, convirtiéndose en uno de los primeros coches eléctricos de origen europeo verdaderamente asequibles. Sin embargo, no estará solo en el mercado, ya que para cuando llegue a los concesionarios europeos en septiembre, también lo hará Leapmotor con su T03, que empleará canales de venta similares y se posicionará a un precio inferior. Entre sus futuros rivales directos también se encuentra el MG3 y el nuevo Renault 5.
Pero eso no es todo. Además de la versión con 326 kilómetros de autonomía, Citroën también planea lanzar una versión más pequeña con una autonomía de unos 200 kilómetros y un precio de alrededor de 19.900 euros. Además, para 2025, se ha anunciado una variante del 1.2 Puretech con microhibridación de 48 V que se situaría por unos 23.300 euros.
En definitiva, el Citroën ë-C3 se presenta como una propuesta sólida y asequible en un mercado cada vez más dominado por los vehículos eléctricos, con un enfoque claro en la simplicidad y la reducción de costes sin comprometer la calidad o la funcionalidad. Sólo el tiempo dirá si esta estrategia será suficiente para competir con las crecientes ofertas de vehículos eléctricos de los fabricantes orientales y otros competidores europeos.