El Papa Francisco ha anunciado su decisión de canonizar al joven italiano Carlo Acutis, quien falleció en el año 2006 a la temprana edad de 15 años. Acutis, conocido a nivel mundial por su labor de evangelización a través de internet, se unirá así al panteón de los santos de la Iglesia Católica, según confirmó este jueves la Santa Sede.
La noticia fue oficializada durante una audiencia en la que el Papa recibió al prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro. Durante este encuentro, el pontífice decidió convocar un consistorio, en una fecha todavía por especificar, para la santificación de Acutis.
En el mismo consistorio, también se tratará la canonización de otros tres beatos: el sacerdote italiano Giuseppe Allamano, fundador de los Misioneros de la Consolata; la monja canadiense Marie-Léonie Paradis y la religiosa italiana Elena Guerra.
Carlo Acutis murió en octubre de 2006 a causa de una leucemia y fue enterrado en la basílica de Asís, en el centro de Italia. En 2020 fue declarado beato, en uno de los procesos más rápidos que se recuerdan en la Iglesia católica.
Para su beatificación, la Congregación para las Causas de los Santos atribuyó a su intercesión la curación «milagrosa» e inexplicable por algunos expertos, ocurrida el 12 de octubre de 2013 en Campo Grande, Brasil, de un niño con una malformación congénita del páncreas.
Acutis fue inmediatamente celebrado como el primer beato ‘milenial’ o nativo digital y por evangelizar y documentar milagros en Internet, con aplicaciones o videos, a pesar de que creció en una familia no practicante.
El anuncio de su canonización supone un reconocimiento a su labor evangelizadora a través de los medios digitales, en una época en la que la Iglesia busca conectar con las nuevas generaciones y adaptarse a las nuevas formas de comunicación.
La figura de Carlo Acutis se ha convertido en un referente para muchos jóvenes, que ven en él un ejemplo de cómo conciliar la fe y la vida moderna. Su labor evangelizadora a través de internet, y particularmente su trabajo documentando milagros en la red, han hecho de él una figura emblemática en la Iglesia contemporánea.
El ejemplo de Acutis también pone de relieve el papel de la juventud en la Iglesia y desafía la idea de que la santidad es algo reservado a las personas de edad avanzada o a quienes han dedicado toda su vida a la vocación religiosa.
La canonización de Carlo Acutis, junto con la de Giuseppe Allamano, Marie-Léonie Paradis y Elena Guerra, refleja la diversidad y riqueza de la Iglesia Católica, así como su capacidad para adaptarse y evolucionar a lo largo del tiempo.
Este consistorio, que aún no tiene fecha, será un momento histórico y significativo, tanto para la Iglesia Católica como para los fieles de todo el mundo que han seguido la historia y la labor de estos futuros santos.
La figura de Acutis, un joven que usó la tecnología para propagar su fe y ayudar a los demás, es un recordatorio de que la santidad puede tomar muchas formas y que cada individuo puede encontrar su propio camino para servir a Dios y a los demás.
Son tiempos de cambio y evolución para la Iglesia Católica, y la canonización de estos cuatro personajes representa una clara señal de esta evolución.