El jueves pasado, las autoridades rusas procedieron a la detención de Vladmir Verteletski, cargo encargado de garantizar el cumplimiento de las compras estatales del Ministerio de Defensa de Rusia. La acusación que pesa sobre él es la de abuso de poder, lo que lo convierte en el segundo representante de la cúpula militar rusa arrestado en ese día.
Verteletski, como jefe del departamento encargado de garantizar el cumplimiento de los pedidos estatales de Defensa, fue acusado de abusar de su poder durante el cumplimiento de dichos pedidos. La información fue revelada por la portavoz del Comité de Instrucción de Rusia (CIR), Svetlana Petrenko, a través de la plataforma de mensajería Telegram.
El CIR ha determinado que Veteletski dio por concluidas y aceptadas en 2022 obras contratadas por el Ministerio de Defensa que no estaban terminadas. Esta acción supuso pérdidas de más de 70 millones de rublos (más de 776.000 dólares).
La detención de Verteletski se produjo horas después del arresto del general Vadim Shamarin, jefe de la Oficina General de Comunicaciones de las Fuerzas Armadas rusas y subjefe del Estado Mayor. Shamarin fue acusado de corrupción.
En las últimas semanas, las acusaciones de corrupción han llevado a la detención de otros altos cargos militares, entre ellos el viceministro de Defensa, Timur Ivanov, y el director de la Oficina de Personal de la cartera, Yuri Kuznetsov.
Esta semana también se produjo el envío a prisión preventiva del excomandante del 58 Ejército de las Fuerzas Armadas de Rusia, Iván Popov.
Los arrestos de altos cargos militares se suceden en medio de una gran remodelación en el Ministerio de Defensa, tras la destitución del titular de la cartera, Sergui Shoig. El economista Andri Belosov lo ha sustituido.
El presidente de Rusia, Vladmir Putin, también destituyó al viceministro de Defensa Yuri Sadovenko, que fue sustituido por Oleg Savliev, quien hasta ahora ejercía funciones de auditor en la Cámara de Cuentas de Rusia.
Putin estimó previamente que el gasto en defensa y seguridad para este año sería del 8,7 % del Producto Interior Bruto (PIB). Justificó el nombramiento de Belosov con la necesidad de gestionar esos ingentes recursos y modernizar las Fuerzas Armadas y la industria militar.
Por último, el líder ruso aseguró que el Ejército mejora «diariamente» sus posiciones en el frente, por lo que no habría cambios en el Estado Mayor. Este suceso se enmarca en un contexto de una serie de cambios en la cúpula militar rusa, marcado por acusaciones de corrupción y abuso de poder.