Estados Unidos se dirige hacia un futuro donde las minorías se convertirán en la mayoría. Las proyecciones indican que para 2060, los blancos no hispanos representarán menos de la mitad de la población total del país. Esta proyección es un desafío para la visión de Donald Trump de «hacer a América grande de nuevo» expulsando a millones de inmigrantes. Sin embargo, para lograr esto, Trump necesitaría ganar las elecciones en noviembre, y para ello necesita el apoyo de los latinos, el grupo minoritario más grande en Estados Unidos, con más de 62 millones de personas.
Contrariamente a lo que podría parecer, muchos latinos están dispuestos a votar por Trump. A pesar de su retórica populista y xenófoba, su figura se ha normalizado en gran parte del país. Los latinos, muchos de los cuales están influenciados por valores conservadores y están más preocupados por la economía que por la inmigración, no son una excepción.
El apoyo latino no es uniforme ni monolítico. El Partido Demócrata ha perdido el apoyo en este sector y la decisión de los 36 millones de latinos con derecho a voto es más diversa que nunca. Según las encuestas, Trump está ligeramente por delante de su rival y parece estar ganando popularidad entre los votantes hispanos.
Entre los votantes latinos hay una diversidad de opiniones. Por ejemplo, Minerva Díaz, republicana de toda la vida de Texas, cree que el gobierno de Biden está atacando las libertades individuales. Jiromi Peña, por otro lado, es una joven antitrumpista que recuerda con tristeza la noche en que Trump ganó las elecciones en 2016. Aleida Cura, una joven de 19 años, apoya al partido republicano porque defiende valores que le importan, como la religión y la vida.
A pesar de su dura retórica antinmigrante y en ocasiones abiertamente racista, Trump ha ganado popularidad entre los votantes de la comunidad hispana, que tradicionalmente han apoyado de forma mayoritaria a los demócratas. En 2016, solo el 28% de los latinos votó por él. En 2020, fue el 38%. Según una encuesta de The New York Times, este año, el republicano obtendría el 46% de los apoyos, un 6% más que Biden.
Sin embargo, los hispanos son suficientes para inclinar la balanza hacia cualquiera de los lados. “Van a ser determinantes, pero ningún partido debe dar por sentado su apoyo”, advierte Clarissa Martínez, vicepresidenta de la organización UnidosUS. Los latinos con derecho a voto, ya la primera minoría del país por delante de los afroamericanos, han crecido un 12% desde las presidenciales de 2020 hasta los 36 millones, cuatro más que hace cuatro años.
A pesar de las encuestas favorables al empresario, Emmanuelle Leal-Santillan, portavoz de Somos Votantes, considera que los sondeos solo muestran parte de la historia. La lección se aprendió en las intermedias de 2022, donde todos pronosticaban una ola roja republicana que no llegó y donde la oposición se hizo con la Cámara de Representantes de manera ajustada. “Lo que oímos es ‘¿voy a votar por Biden o no voy a ir a votar?’ Esa es la gran pregunta”, asegura.
La elección de noviembre se definirá en seis estados: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin. En estos territorios, la batalla por el apoyo hispano será especialmente dura. “La mayor falacia sobre los latinos es que actúan como un monolito”, explica la directora del Hispanic Research Center, Stella Rouse.
Las campañas están invirtiendo grandes sumas de dinero para atraer a los votantes latinos. La campaña de Biden ha invertido 30 millones de dólares en anuncios de televisión, radio y redes sociales para atraer a las minorías. Por otro lado, La Iniciativa Libre, una plataforma conservadora, ha anunciado una inversión de «siete dígitos» para alinear a los votantes hispanos con las causas conservadoras.
En las próximas elecciones, los temas más importantes para los votantes latinos serán la economía y la inmigración. Aunque la retórica de Trump sobre la inmigración puede ser desagradable para muchos, su enfoque en la economía puede atraer a otros. «En este país la gente vota por la cartera y es importante no olvidarlo», asegura Juan Domínguez, el único latino en Maryland entre los 22 aspirantes demócratas que se presentaron a las primarias al Congreso el pasado 14 de mayo.
El futuro de Estados Unidos está en juego en las próximas elecciones, y los latinos jugarán un papel crucial en la determinación de ese futuro. A pesar de las retóricas divisivas y las promesas incumplidas, los latinos son un grupo diverso con diferentes prioridades y valores. Y aunque la elección puede parecer una elección entre dos males, para muchos latinos, la elección es clara.