La semana pasada, Microsoft presentó una nueva función llamada Recall para su software Copilot+ PC. Desde el primer momento, esta función ha sido objeto de un intenso debate y discusión. La inteligencia artificial (IA) está cada vez más presente en nuestras vidas y, por lo tanto, es crucial definir las fronteras entre privacidad, seguridad y funcionalidad.
Satya Nadella, CEO de Microsoft, comparó la función Recall con la capacidad de tener una memoria fotográfica. Al igual que nuestro cerebro, Recall toma ‘instantáneas’ del estado del PC y las tareas que se están realizando. Estas ‘instantáneas’ son analizadas, indexadas y almacenadas, permitiendo a los usuarios realizar búsquedas sobre su actividad anterior. Esta característica recuerda a la trama del tercer episodio de la primera temporada de Black Mirror, titulado «The Entire History of You».
Como era de esperar, Recall ha generado reacciones divididas. Menos de 24 horas después de su presentación, ya había voces que calificaban a Recall como una pesadilla para la privacidad y como el spyware perfecto. Microsoft ha asegurado repetidamente que toda la información de Recall siempre está bajo el control del usuario y solo del usuario. La información se almacena y procesa localmente y está protegida por BitLocker, un sistema de cifrado de Microsoft.
A pesar de estas garantías, los riesgos que presenta Recall son preocupantes. Los reguladores no han pasado por alto estas preocupaciones. Según informa ReadWrite, el Reino Unido ha abierto una investigación sobre Recall. La investigación busca evaluar el nivel de transparencia proporcionado por el funcionamiento de Recall y los datos almacenados por esta función. También pretende realizar una evaluación de riesgos rigurosa para garantizar que los datos de los usuarios cuentan con el nivel de protección adecuado.
La Information Commissioner’s Office (ICO) del Reino Unido es la entidad que ha abierto la investigación. La ICO ha expresado su preocupación sobre el hecho de que Recall no aplica ningún tipo de filtro para no almacenar ciertos tipos de información, como contraseñas, datos bancarios o de salud. La ICO espera que Microsoft sea transparente con los usuarios sobre cómo se utilizan sus datos y que solo procese datos personales en la medida en que sea necesario para lograr un propósito específico.
El desafío radica en definir cuál es el «propósito específico» al que se refiere la ICO. Con una función como Recall, es difícil determinar cuándo y cómo se deben procesar los datos personales. Este es un tema complejo que seguramente será el centro de la discusión en las próximas semanas y meses.
El caso de Recall pone de manifiesto la necesidad de un equilibrio entre la funcionalidad de las nuevas tecnologías y la protección de los datos personales de los usuarios. A medida que la IA cobra más presencia en nuestras vidas, es crucial definir las fronteras entre privacidad, seguridad y funcionalidad.