La industria automotriz está experimentando una revolución energética. Dos de los modelos 4×4 más emblemáticos del mundo, el Land Rover Defender y el Mercedes Clase G, pronto se encontrarán a la vanguardia de esta transformación, al ser impulsados por motores eléctricos y baterías en lugar de combustibles fósiles. Sin embargo, el futuro de los vehículos todoterreno podría no depender únicamente de la electricidad.
A pesar de la creciente popularidad de los vehículos eléctricos, los modelos Toyota Land Cruiser y Toyota Hilux, otros dos referentes en el ámbito de los 4×4, aún no tienen previsto adoptar esta tecnología. En cambio, Toyota está explorando el uso del hidrógeno como posible solución para mantener el rendimiento de estos vehículos sin comprometer su impacto medioambiental.
La visión de Toyota de un todoterreno impulsado por hidrógeno no es mera especulación. El Toyota Hilux de hidrógeno ya es una realidad, aunque todavía está en fase de desarrollo. Toyota ve en el hidrógeno una solución atractiva para sus vehículos de cero emisiones, ya que ofrece ventajas de peso y espacio sobre los sistemas de baterías eléctricas.
El hidrógeno se presenta como el futuro del todoterreno. A principios de 2022, Toyota dio luz verde a un proyecto para desarrollar un Toyota Hilux de hidrógeno. En tan solo un año, y con un proceso de diseño y desarrollo de tres semanas, Toyota logró crear un prototipo funcional de este vehículo. Aunque todavía dista de ser un 4×4 convencional, este desarrollo representa un importante avance para la industria, especialmente en términos de vehículos de trabajo.
El Hilux de hidrógeno difiere significativamente de lo que se espera de un 4×4 tradicional. Sin embargo, Toyota cree que el hidrógeno, en forma de pila de combustible, es la solución ideal para un vehículo como el Hilux, ya que es más ligero que un eléctrico de baterías y cumple mejor con las necesidades de espacio, carga útil y arrastre que se esperan de este modelo.
Para adaptar el Hilux a la tecnología de hidrógeno, Toyota utilizó como base su sedán de hidrógeno, el Toyota Mirai. El proceso implicó encontrar un lugar para los depósitos de hidrógeno, la pila de combustible que genera electricidad utilizando hidrógeno, la batería que acumula la energía eléctrica generada, y el motor eléctrico que proporciona la propulsión al vehículo.
Aunque el Toyota Hilux de hidrógeno representa un logro impresionante, todavía presenta algunos desafíos. El primer obstáculo es la falta de un sistema de tracción total convencional y diferenciales, ya que el Hilux de hidrógeno es un vehículo de tracción trasera con un único motor eléctrico en el eje trasero. Además, los tres grandes contenedores de hidrógeno ubicados bajo el espacio de carga reducen significativamente la altura libre del vehículo, un aspecto crucial para cualquier todoterreno.
Pero Toyota no tiene intención de limitar la tecnología del hidrógeno a los todoterrenos. La empresa japonesa cree que el hidrógeno solo será viable si se desarrolla un auténtico ecosistema del hidrógeno, que incluya no solo turismos y 4×4, sino también transporte pesado por carretera. Toyota también está investigando la producción de camiones de hidrógeno, así como la transformación de autobuses diésel en vehículos de hidrógeno.
En resumen, la adopción del hidrógeno por parte de Toyota representa un paso importante hacia la descarbonización del transporte y la consolidación de un futuro más sostenible. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, es indudable que estamos presenciando un momento crucial en la evolución de la industria automotriz.