En medio de la guerra en Gaza, surge una constante: la milicia de Hamás no es Palestina. Esta afirmación se ha repetido una y otra vez, siendo el último en hacerlo el presidente español, Pedro Sánchez, al anunciar el reconocimiento de España al Estado palestino.
El grupo terrorista Hamás ha sido identificado como el principal obstáculo para la solución de los dos Estados, ya que tiene como pilares fundamentales la destrucción de Israel y la supresión de la Autoridad Palestina. Además, en palabras de Sánchez, esta última entidad se verá reforzada tras nuestro reconocimiento.
La Autoridad Palestina, por otro lado, emerge de la Organización para la Liberación de Palestina y su facción dominante, Al Fatah. Ambas partes, Hamás por un lado y la Autoridad Palestina por otro, han sido los principales actores del enredo político palestino durante décadas.
Hamás, una organización islamista palestina, se define a sí misma como una resistencia contra la ocupación israelí de Palestina. Sin embargo, muchos países, incluyendo a los Estados Unidos y la Unión Europea, la consideran una organización terrorista. Nació en el contexto de la Primera Intifada, una revuelta popular palestina contra la ocupación israelí que tuvo lugar entre 1987 y 1993.
Por otro lado, la Autoridad Palestina surgió de los Acuerdos de Oslo, firmados entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina en 1993 y 1995. La Autoridad Palestina fue creada para ser un gobierno provisional hasta que se pudiera alcanzar un acuerdo definitivo sobre el estatus final de los territorios palestinos.
Al Fatah es la facción dominante de la Organización para la Liberación de Palestina y ha estado en el poder en la Autoridad Palestina desde su creación. Al igual que Hamás, Al Fatah también ha participado en acciones militares contra Israel, pero ha demostrado una mayor disposición a negociar con este país.
A pesar de que ambas partes comparten el objetivo de liberar a Palestina, sus métodos y estrategias son considerablemente diferentes. Mientras que Hamás se resiste a reconocer a Israel y aboga por una lucha armada, la Autoridad Palestina, liderada por Al Fatah, ha optado por la vía diplomática.
Este complicado entramado político ha sido fuente de conflicto interno entre los palestinos. Desde las elecciones de 2006, las cuales ganó Hamás, la tensión entre este grupo y Al Fatah ha escalado, provocando en ocasiones violentos enfrentamientos.
Es importante mencionar que la situación en Gaza es especialmente crítica. Este pequeño territorio, controlado por Hamás desde 2007, ha sido escenario de tres guerras contra Israel desde entonces. Además, sufre de una grave crisis humanitaria, agravada por el bloqueo israelí.
Por otro lado, el reconocimiento internacional del Estado Palestino es un tema controvertido. Muchos países, incluido España, han reconocido a Palestina como un Estado, pero otros, como los Estados Unidos e Israel, no lo han hecho.
Por último, cabe destacar que el conflicto entre Israel y Palestina es uno de los más complejos y largos de la historia moderna. Desde la creación del Estado de Israel en 1948, ambas partes han estado en guerra casi constantemente, con breves periodos de relativa calma. Aunque hay muchos esfuerzos internacionales para encontrar una solución, hasta ahora no se ha conseguido un acuerdo de paz duradero.
Estos son los actores principales y sus papeles en el sistema político de Palestina, un escenario marcado por la lucha, la división interna y la determinación de una nación por lograr su independencia y soberanía.