La pequeña ciudad de Uvalde, Texas, se ha comprometido a realizar una indemnización de dos millones de dólares a las familias de las víctimas del devastador tiroteo en una escuela primaria que dejó 19 niños y dos profesoras muertos, además del tirador, un joven de 18 años. El incidente tuvo lugar el 24 de mayo de 2022 y es considerado uno de los más mortíferos en la historia reciente de los tiroteos en escuelas en los Estados Unidos.
La indemnización es la cantidad máxima que las familias de las víctimas podían recibir de las aseguradoras en una demanda colectiva. Esta demanda puso el foco en la actuación de la policía local de Uvalde, pues se tardó más de una hora en neutralizar al tirador, un tiempo que muchos consideran excesivamente largo en comparación con los protocolos estándar en situaciones de tiroteo activo.
En respuesta a la llamada de emergencia, un total de 25 agentes de la policía de Uvalde y más de 300 oficiales de fuerzas armadas de otras partes de Texas se apresuraron al lugar del incidente. Todos ellos se enfrentaron a Salvador Ramos, un adolescente que había pasado meses ahorrando para comprar un rifle de asalto AR-15 y desatar su ira contra su antiguo colegio. A pesar de la afluencia de fuerzas del orden, estos no se atrevieron a entrar en la clase donde Ramos se había atrincherado hasta que llegó un equipo táctico al lugar.
El reloj marcó 77 minutos hasta que finalmente le dispararon a Ramos. A lo largo de este tiempo, los oficiales de la ley parecían incapaces o no dispuestos a entrar en la escuela y enfrentarse al atacante.
Las familias de las víctimas han sufrido durante dos largos años sin recibir ninguna respuesta de las fuerzas de seguridad y los funcionarios que permitieron que el tiroteo devastara sus vidas. Vernica Luvanos, una de las madres afectadas por la tragedia, perdió a su hija, Jailah, y a su sobrino, Jayce.
Según John Koskoff, uno de los abogados de las familias, están cerca de alcanzar otro acuerdo por otros dos millones de dólares con el condado de Uvalde. Sin embargo, las 19 familias afectadas han emprendido una nueva demanda contra 92 oficiales del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
La ciudad de Uvalde ha expresado su agradecimiento por poder unirse a las familias de las víctimas al alcanzar un acuerdo que les permitirá recordar la tragedia de la escuela Robb Elementary mientras siguen adelante como comunidad.
Inicialmente, la policía local trató de encubrir su negligencia al señalar que habían hecho todo lo posible por evitar la tragedia. Sin embargo, desde un principio quedó claro que tardaron demasiado en abatir a Ramos.
Ramos llegó a su antiguo colegio a las 11:28 de la mañana, conduciendo el coche de su abuela, que estrelló en una zanja cercana, antes de entrar al recinto escolar sin resistencia. El tirador logró llegar a una de las clases y matar a 19 niños y dos profesoras. La mayoría de los estudiantes fallecieron en los primeros minutos del tiroteo.
Además de las demandas contra la policía de Uvalde y del estado de Texas, tanto los padres como los familiares de los niños asesinados han emprendido acciones legales contra Daniel Defense, la compañía de Georgia que fabricó el arma usada por Ramos. La tragedia de Uvalde será recordada no solo por su violencia, sino también por las cuestiones legales y éticas que ha planteado en torno a la responsabilidad de la policía y de los fabricantes de armas en los tiroteos en escuelas.