El miércoles pasado, el funeral del presidente iraní, Ebrahim Raisi, se convirtió en un punto de encuentro para los grupos militantes alineados con Irán, quienes están en conflicto con Israel. Los grupos mostraron su apoyo y honra a Raisi, que era su principal defensor en la región. Raisi murió junto con el ministro de Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, y otros seis pasajeros en un accidente de helicóptero mientras regresaban de un acto oficial.
El funeral comenzó el martes en Tabriz, la capital de la provincia donde ocurrió el accidente, y continuó el miércoles en Teherán. El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, ofició la ceremonia. Miles de ciudadanos acudieron a la avenida Revolución de Teherán para despedir al presidente y a sus acompañantes.
El funeral contó con la presencia de representantes de más de una decena de países de la región, incluyendo el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani; el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif; el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan; y su homólogo talibán, Amir Khan Mutaqqi.
Entre los asistentes, destacó la presencia del líder del brazo político de Hamas, Ismail Haniyah, en su primera visita oficial a otro país desde que el fiscal de la Corte Penal Internacional solicitó una orden de arresto contra él y otros líderes de la organización palestina, así como contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por el ataque del 7 de octubre en Israel.
Hamas es parte del llamado «Eje de Resistencia», un grupo de partidos políticos y milicias en Oriente Próximo que operan bajo la influencia de Irán. Desde octubre, estos grupos militantes han estado en conflicto con Israel y su principal aliado en la región, Estados Unidos. Hamas se enfrenta a Israel en Gaza, mientras que en el sur del Líbano hay un conflicto latente entre Hizbul y el ejército israelí. Por su parte, los hutíes de Yemen han llevado a cabo ataques contra barcos comerciales supuestamente vinculados a Israel.
Haniyah pronunció un discurso televisado en el que expresó su pésame en nombre del pueblo palestino y de las facciones de resistencia de Gaza. Recordó una conversación con Raisi, en la que el fallecido presidente iraní aseguró que los musulmanes deberían «cumplir con sus obligaciones con los palestinos para liberar su tierra». Raisi calificó el ataque de Hamas en Israel como un «terremoto en el corazón de la entidad sionista».
Los funerales continuarán en Mashhad, la ciudad natal de Raisi, quien murió en un momento de crisis entre el liderazgo clerical y la sociedad iraní, tras un año de protestas multitudinarias antigobierno desatadas por la muerte de la estudiante Mahsa Amini, detenida por no llevar correctamente el velo.
El régimen está intentando sortear la muerte de Raisi, quien se consideraba un posible sucesor de Jamenei, honrando su muerte pero dejando claro que su fallecimiento apenas ha tenido impacto en la estabilidad del país. Antes de la marcha fúnebre en Teherán, donde Raisi obtuvo su peor resultado electoral, las autoridades iraníes advirtieron a la ciudadanía contra manifestaciones o mensajes críticos en las redes sociales.
Mientras tanto, la investigación para esclarecer las causas del accidente aéreo continúa. Gholamhossein Esmaili señaló a la televisión estatal que las condiciones climáticas podrían haber sido la causa del accidente.