El baloncesto europeo se encuentra actualmente en la presencia de dos gigantes en el pívot, Edy Tavares y Vincent Poirier. Estos dos jugadores dominantes, cuyo éxito usualmente significa el ostracismo del otro, se han encontrado en la tarea de coexistir en armonía dentro del equipo del Real Madrid. A pesar de sus tamaños imponentes, estos gigantes han interiorizado que la competencia diaria es la clave para su mejora individual y colectiva.
Tavares, el jugador más determinante de la pasada Copa del Rey, y Poirier, el MVP de la última Final Four, se enfrentan una vez más en Berlín contra el Olympiacos, un rival que podría igualar su pintura.
La clave de su coexistencia y éxito radica en su personalidad. A pesar de la competencia, Tavares y Poirier mantienen una relación extraordinaria, tanto dentro como fuera de la cancha. Se ayudan mutuamente en cada entrenamiento, se animan cuando el otro juega bien y se cubren cuando uno de ellos no está en su mejor día. Esta dinámica ha demostrado ser una bendición para el equipo.
La gestión de ambos jugadores es responsabilidad del entrenador Chus Mateo. Tavares usualmente es titular, mientras que Poirier actúa como un agitador desde la segunda unidad. El rendimiento de ambos jugadores ha variado en la presente temporada, con Tavares experimentando un pequeño bajón debido a problemas de salud y a su tamaño, que le hace difícil recuperar su forma rápidamente.
Por otro lado, Poirier ha visto un aumento en su rendimiento en la Euroliga, pasando de 6,1 a 8,9 puntos por partido, con casi cuatro minutos más en la cancha. Fue fundamental en la reconquista de la Copa y ha tenido un año excepcional según su entrenador.
Ambos jugadores entienden que su éxito es el éxito del equipo. «Todos sabemos lo que ha hecho Edy por este equipo, todo lo que nos ha dado. Ahora ha estado lesionado y yo estoy aquí para suplirle», dijo Poirier.
«Cuando él juega bien, yo soy el tío más feliz del mundo. Tengo que entender que si un día un partido no es para mí, no es para mí. Es para él. Y si es para mí, él está animándome. Es el mejor compañero de pareja de cinco que he tenido, porque no tenemos egos. Nunca hay malas caras», declaró Tavares, quien considera a Poirier como un «tío increíble» y un «tío muy cercano».
La futura coexistencia de estos dos gigantes en el Real Madrid es incierta. Poirier, cuyo contrato finaliza pronto, tiene importantes ofertas de equipos de la Euroliga. Sin embargo, Tavares, cuyo contrato también termina pronto, parece indicar que habrá un entendimiento con el club blanco para su continuidad.
En el mundo del baloncesto, donde los egos pueden fácilmente entrar en conflicto, la coexistencia armoniosa de dos gigantes como Tavares y Poirier es un ejemplo a seguir. A través de su respeto mutuo, su dedicación al equipo y su deseo de mejorar constantemente, han demostrado que incluso en la competencia más feroz, la armonía es posible.