El pasado viernes, el panorama de la Euroliga cambió cuando Jabari Parker lideró al Barça en una victoria crucial sobre el Olympiacos, empatando la serie de cuartos de final. Con un excelente desempeño de 24 puntos, Parker llevó a su equipo a conseguir una victoria antes de que la serie se traslade a Grecia para los dos próximos partidos.
El equipo azulgrana fue sólido en defensa y agresivo en el rebote, liderando el marcador desde el primer cuarto con un 27-14 a su favor. A pesar de los intentos de remontada del equipo visitante, que se reflejaron en un 54-55 en el minuto 28, el Barça logró asegurar su triunfo en el último cuarto gracias a su solidez y al acierto de Parker y Alex Abrines.
En un movimiento estratégico, el entrenador Grimau decidió alinear a Ricky Rubio en lugar de Satoransky desde el inicio del partido. Esta decisión resultó ser acertada, ya que el equipo fluyó bajo la dirección del base catalán, quien alimentó las canastas de Laprovittola, Vesely y Parker en un tramo inicial de alto acierto. Sin embargo, Peters, del Olympiacos, no se quedó atrás y respondió con los ocho primeros puntos de su equipo.
A diferencia del primer partido de la serie, que culminó con una victoria griega de 75-77, el equipo catalán salió a la cancha con una concentración defensiva y un despliegue físico que anularon el juego de pases del conjunto ateniense. Este enfoque defensivo y la falta de acierto del Olympiacos en los triples permitieron al Barça tomar el control del partido y liderar el marcador en el primer cuarto.
Parker, quien ya se había destacado como el máximo anotador del primer partido con 11 puntos, y Hernangómez encontraron una mina en el rebote ofensivo. Sin embargo, el equipo griego ajustó su defensa en el segundo cuarto y logró acortar distancias gracias a la potencia de McKissic, quien anotó 10 puntos en el periodo.
La entrada de Kalinic logró cortar la fuga y la ofensiva de Vesely permitió al Barça proteger su ventaja al descanso, con un 43-37 a su favor. Aunque el Olympiacos mantuvo un alto nivel físico tras la reanudación, sorprendiendo con una defensa zonal, fue Williams-Goss quien logró voltear el marcador con ocho puntos consecutivos.
El momento decisivo del partido llegó en el último cuarto. A pesar de un comienzo difícil en el tiro, el Barça mantuvo la calma y logró abrir brecha con dos triples de Parker y Abrines, seguidos de una canasta de Jokubaitis. Con dos triples adicionales de Parker y Abrines, seguidos por un mate de Satoransky al contraataque, el Barça sentenció el encuentro con un 76-64 en el minuto 38.
Finalmente, el Barça logró una victoria por ocho puntos, 77-69, antes de que la serie se traslade la próxima semana a Grecia. Este resultado demuestra la capacidad del equipo catalán para adaptarse y superar los desafíos, así como la importancia de jugadores como Parker y Abrines en momentos clave. La serie promete más emociones y el mundo del baloncesto estará pendiente de los próximos partidos en Grecia.