El debate sobre el reconocimiento internacional del Estado de Palestina ha alcanzado un punto crítico en Europa, ya que algunos países, como España, Noruega e Irlanda, han decidido dar el paso para reconocer a Palestina como un estado independiente. Sin embargo, el Presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha mantenido una postura cautelosa, argumentando que todavía «no es el momento» para que Portugal haga lo mismo.
En una declaración reciente, Rebelo de Sousa sostuvo que la decisión de Portugal de reconocer a Palestina no depende únicamente del Gobierno, del Parlamento o del Presidente, sino que es una decisión que representa la postura de Portugal en su conjunto. «Entendemos que este no es el momento adecuado para dar este paso. Cuando sea apropiado, se tomará», aseguró el jefe de Estado.
La postura de Portugal sigue siendo clara y consistente. Según Rebelo de Sousa, Portugal ha defendido durante mucho tiempo la existencia de dos pueblos y dos Estados, en línea con las Naciones Unidas. Esta postura se refiere a la visión de que tanto Israel como Palestina deben existir como estados independientes y soberanos, cada uno con su propio territorio y gobierno.
Portugal ha demostrado su apoyo a Palestina en el pasado al abogar por su inclusión en la ONU. «Portugal dio un paso en un momento determinado cuando entendió que Palestina debía estar asociada en términos de estatus en el marco del régimen jurídico de la ONU. Ahora ha dado un paso más al entender que debía pasar a ser miembro de pleno derecho de Naciones Unidas», explicó Rebelo de Sousa.
Los recientes reconocimientos de Palestina por parte de España, Noruega e Irlanda han elevado a 146 el número de Estados miembro de Naciones Unidas que reconocen al Estado de Palestina. Otras naciones como Malta y Eslovenia han indicado que podrían seguir su ejemplo en un futuro cercano. Sin embargo, Israel ha criticado estas decisiones, alegando que tendrán un impacto negativo en la región.
En la actualidad, nueve Estados miembros de la UE reconocen a Palestina. Ocho de ellos -Bulgaria, Chipre, República Checa, Hungría, Malta, Polonia, Rumania y Eslovaquia- tomaron la decisión en 1988, antes de su entrada en la UE. Suecia se unió a este grupo en 2014, cumpliendo una promesa electoral de los socialdemócratas.
La mayoría de los países que han reconocido a Palestina se encuentran en África, Asia y América del Sur. Sin embargo, a pesar de este reconocimiento internacional, Palestina aún tiene que convertirse en un miembro de pleno derecho de la ONU. Para obtener este estatus, Palestina necesita la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU. Su último intento de lograr el apoyo del Consejo de Seguridad se produjo el 18 de abril, pero fue frustrado por el veto de Estados Unidos.
Esta situación subraya la dificultad de alcanzar una solución definitiva al conflicto israelo-palestino. A pesar del creciente reconocimiento internacional de Palestina como Estado, sigue habiendo importantes obstáculos políticos y diplomáticos que deben superarse. La postura prudente de Portugal refleja la delicadeza de esta cuestión y la necesidad de una diplomacia cuidadosa y considerada para avanzar hacia una solución justa y duradera.