El domingo fue testigo de un emocionante día en la Liga Endesa, donde se decidió la mayoría de los asuntos pendientes, desde el liderato de la temporada regular hasta un puesto de descenso y otro de playoff. Fue una tarde frenética, llena de drama y emociones, en la que el Unicaja se alzó, por segunda vez en su historia, al liderato de la tabla, mientras que el Monbus Obradoiro volvió a la LEB Oro tras una increíble remontada en Granada y el Baxi Manresa se metió en la lucha por el título que comienza este miércoles.
El pabellón Martín Carpena se convirtió en una fiesta permanente, con un equipo que no falló ante el descendido Zunder Palencia, logrando una victoria aplastante de 93-69, con 22 puntos de Melvin Ejim y 17 de Kendrick Perry. De esta forma, Unicaja selló el título honorífico de campeón de la temporada regular, algo que sólo había logrado una vez en su historia, en 2006, con Sergio Scariolo en el banquillo, y un año antes de levantar la única ACB de su historia. Es importante destacar que el reciente y flamante campeón de la Basketball Champions League ha firmado una trayectoria estupenda, con 28 victorias y seis derrotas, algunas tan clave como la del pasado viernes en el Palau.
El Unicaja acabó igualado en todo lo alto con el Real Madrid, con el mismo balance pero un mejor ‘basket average’ para los de Ibon Navarro. En cuartos se las verán con el Baxi Manresa y gozarán de ventaja de campo en todas las eliminatorias que disputen, incluida la final si es que llegan. Los blancos, por su parte, cumplieron ganando 106-100 contra un Baskonia al que dejaron sin playoffs.
El Barça, tercero tras vencer en Bilbao, se enfrentará al Lenovo Tenerife (sexto) en la primera ronda. Y el Valencia, cuarto, al UCAM Murcia (quinto). Sin embargo, el domingo también dejó emociones inolvidables en Granada y Santiago. En Granada, los locales consiguieron una histórica remontada ante el Gran Canaria (74-67). Será el Obradoiro, pese a su victoria cómoda contra el Joventut (97-71), el que acompañe al Palencia en LEB Oro.
El Granada se caracteriza por sus tardes de infarto. Esta vez, los de Pablo Pin fueron más allá. Caían por 16 al comienzo del tercer cuarto en el Palacio ante el Gran Canaria. Pero el veterano Jonathan Rousselle encendió la mecha. El base francés se echó el equipo a la espalda y en un abrir y cerrar de ojos los locales habían dado la vuelta al marcador. Finalmente, un tapón clave de Valtonen a Brussino desató la fiesta en Granada y las lágrimas en Santiago. «Hemos seguido creyendo, luchando, trabajando… como toda la temporada. No hemos perdido la fe», resumió Pablo Pin.