El Real Madrid demostró una vez más su poderío en la cancha, en un enfrentamiento crucial contra el Dreamland Gran Canaria en el primer duelo de cuartos de final. Un despliegue de talento y habilidad que demuestra su determinación para centrarse en la Final Four. Dzanan Musa fue el protagonista de la noche, liderando el ataque del equipo con una actuación impresionante.
El Real Madrid tiene la oportunidad de certificar su pase a las semifinales en su próximo juego en Gran Canaria, un lugar históricamente favorable para el equipo. Si miramos al pasado, el Madrid ha salido victorioso en sus cinco encuentros en playoffs contra el Gran Canaria, ganando 12 partidos consecutivos, 13 con el de anoche. Sin embargo, esta serie de cuartos de final al mejor de tres es un desafío para el equipo de Chus Mateo, que se enfrenta al reto de volver a ganar la Euroliga.
El Gran Canaria, a pesar de sufrir tres derrotas consecutivas que lo llevaron al séptimo puesto, llegó con una estrategia bien definida. La importancia del rebote, abrir el campo contra las defensas rivales, y no conceder transiciones rápidas. Por otro lado, el Madrid encontró acierto desde el perímetro y la inspiración de Musa, quien anotó 14 puntos en el primer acto.
El Madrid mostró una notable mejora en su defensa y amenazó con despegarse en el marcador, con dos impresionantes triples de Sergio Llull. Edy Tavares también tuvo una actuación destacada, condicionando el juego del Gran Canaria, que comenzó a mostrar signos de debilidad. Sin embargo, no todo fueron buenas noticias para el Madrid, ya que Rudy Fernández sufrió una lesión en la muñeca.
Tras el descanso, el Madrid volvió a la cancha con una intensidad renovada y una determinación clara de resolver el partido cuanto antes. AJ Slaughter erró tres triples completamente liberado, que fueron contestados por Yabusele, Musa y Hezonja, extendiendo la ventaja a un peligroso 70-47.
Cuando el Madrid logra sentirse cómodo y convertir la pista en un correcalles, se convierte en un rival inabordable. Esto se evidenció en los siete mates de un poderoso Vincent Poirier, y en la desaparición del Gran Canaria del WiZink durante el segundo tiempo.
La distancia entre los equipos continuó aumentando, llegando a la treintena tras un triple de Ndiaye y casi a los 40 puntos, demostrando una vez más la superioridad del Madrid en la cancha. Chus Mateo, al finalizar el partido, pidió a sus jugadores no confiarse y entender la importancia del próximo partido, ya que el Gran Canaria vendrá herido y buscará revancha.
El Real Madrid, con su actuación dominante y su capacidad para adaptarse y superar los desafíos, demuestra una vez más por qué es considerado uno de los mejores equipos de baloncesto de Europa. Con jugadores clave como Dzanan Musa, Sergio Llull y Edy Tavares, y un entrenador estratégico como Chus Mateo, el Madrid se perfila como un fuerte contendiente para la Euroliga, siempre y cuando mantengan su nivel de juego y no subestimen a sus rivales.