El martes 21 de mayo de 2024, la oficina del presidente sirio Bashar al Asad anunció que la primera dama del país, Asma Asad, fue diagnosticada con leucemia. Según el comunicado de la oficina presidencial, la esposa del líder sirio recibió su diagnóstico de leucemia mieloide aguda después de presentar varios síntomas y someterse a una serie exhaustiva de pruebas y exámenes médicos.
El diagnóstico de la primera dama requiere un cambio en sus actividades diarias. Ahora seguirá un protocolo de tratamiento especializado que incluye estrictas medidas de prevención de infecciones. Como parte de su tratamiento, Asma Asad se retirará temporalmente de todos sus compromisos directos, según el comunicado de la oficina del presidente.
Esta noticia llega después de que Asma Asad se enfrentara a otro desafío de salud en el pasado. La primera dama había recibido tratamiento contra el cáncer de mama y, en agosto de 2019, anunció que estaba completamente libre de la enfermedad, un año después de su diagnóstico.
Asma Asad es una figura poderosa y divisiva en Siria. Nacida y criada en el Reino Unido, su familia es originaria del centro de Siria. A pesar de su origen británico, Asad ha sido objeto de sanciones occidentales y ha sido una figura controversial durante la guerra en Siria.
Antes de convertirse en la primera dama de Siria, Asma Asad trabajó como banquera de inversión. Dejó su trabajo para casarse con Bashar al Asad, recién instalado como presidente, en 2000. Desde entonces, ha mantenido un papel visible en Siria, impulsando grupos civiles y benéficos. Sin embargo, ha sido acusada de utilizar su educación británica y su estilo occidental para tratar de ocultar la brutalidad de la represión de su esposo contra la disidencia.
La guerra en Siria, que comenzó con protestas pacíficas contra el gobierno de Asad en marzo de 2011, ha dejado una huella profunda en el país. La guerra ha matado a casi medio millón de personas y ha desplazado a la mitad de la población del país de 23 millones de personas. Las protestas fueron recibidas con una represión brutal y la revuelta derivó rápidamente en una guerra civil abierta.
A pesar de la intensa presión internacional, el presidente Bashar al Asad ha mantenido su posición en Siria. Con el diagnóstico de leucemia de su esposa, el líder sirio enfrenta un nuevo desafío en su vida personal, mientras sigue lidiando con las consecuencias de una década de guerra y conflictos en su país.
Este anuncio sobre la salud de Asma Asad pone de relieve la fragilidad de la vida, incluso para aquellos en el poder. A pesar de las controversias y conflictos que la rodean, la primera dama de Siria ahora enfrenta una batalla personal contra una enfermedad grave. Su diagnóstico y tratamiento probablemente tendrán un impacto en su capacidad para continuar desempeñando su papel en la vida pública de Siria, al menos temporalmente. Sin embargo, el impacto a largo plazo de su enfermedad en la política y la sociedad sirias aún está por verse.