En una reciente medida que ha generado controversia, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha encontrado en los drones un medio efectivo para controlar el tráfico y, más importante aún, para identificar las infracciones cometidas por conductores de vehículos, motocicletas y, no menos importante, ciclistas.
La DGT ha compartido imágenes en las que un grupo de ciclistas no respeta la señal de stop, una infracción que puede acarrear una multa de 200 euros por persona. Las imágenes, captadas por uno de los drones de la DGT, muestran a un grupo de ciclistas que incumplen la norma de detenerse ante sendas señales, horizontal y vertical, de Stop. La multa total por esta única acción de este grupo de ciclistas ascendería a 1.400 euros.
Este incidente ha desatado un debate en las redes sociales: ¿Cómo puede la DGT multar a un ciclista, cuya bicicleta no dispone de matrícula, desde un dron? La identificación de los infractores es un aspecto clave en la discusión, ya que las bicicletas no disponen de placas de matrícula.
Entre las críticas más destacadas se encuentra la cuestión de la no obligatoriedad de emplear identificación mediante placas de matrículas en las bicicletas. No es la primera vez que se plantea una revisión de la normativa que implique introducir la matrícula, un seguro obligatorio, o incluso carné por puntos para los ciclistas. Sin embargo, en los últimos años, la DGT ha descartado que esa sea su intención.
En 2022, el propio Pere Navarro, director de la DGT, dio su opinión al respecto de las matrículas y el seguro obligatorio en bicicletas, apuntando que lo primero no estaba entre sus planes y que, lo segundo, el seguro obligatorio, debería considerarse como un seguro para el ciclista, aunque de momento es solo una recomendación, la de contratar un seguro de responsabilidad civil, y no una obligación.
La pregunta del millón es si un identificador, en forma de matrícula, para los ciclistas que cometieron esta infracción, hubiera marcado la diferencia.
Al disponer de matrícula, los drones de la DGT a menudo son capaces de identificar una infracción del conductor de un automóvil o un motorista y también de identificar al vehículo infractor. Lo hemos visto en numerosas ocasiones, en los vídeos que la DGT muestra de infracciones captadas desde sus drones, en los que la matrícula es difuminada para mantener la privacidad del infractor.
No siempre esa es la práctica y en algunas infracciones captadas desde un dron, generalmente en carreteras de la red secundaria, los operadores del dron están acompañados de patrullas que en ese mismo tramo se encargan de identificar a los infractores siguiendo las comunicaciones de la patrulla que opera el dron. La propia DGT reconoce en sus instrucciones que ese debería ser el procedimiento oportuno, por facilitar la identificación del conductor sin genero de dudas, y no solo la placa de matrícula, de estar disponible esa patrulla. De esta manera, el infractor es notificado de la apertura de expediente sancionador in situ.
Desconocemos qué sucedió en este caso. Pero el hecho de que los ciclistas no dispongan de placas de matrícula en sus bicicletas no implica, necesariamente, que no fueran sancionados. La utilización de drones por parte de la DGT para identificar infracciones es una realidad, y esta situación pone de manifiesto las cuestiones legales y prácticas que aún deben resolverse para garantizar su eficacia y equidad.