El mundo de los vehículos todo terreno, también conocidos como 4×4, tiene un origen que no reside en el entretenimiento o el placer, sino que es puramente funcional. Aunque hoy en día los vehículos todoterreno son populares para el ocio y la diversión al aire libre, sus raíces están fuertemente ligadas a la necesidad de movilidad en terrenos difíciles y a menudo intransitables.
El nacimiento del todoterreno se remonta a principios del siglo pasado, cuando un ingeniero francés creó un vehículo con cadenas para el zar Nicolás II. Este vehículo permitía al zar desplazarse por las calles de San Petersburgo, sin importar cuán adversas fueran las condiciones climáticas. Este tipo de vehículo también fue utilizado por Lenin tras la revolución y por los franceses en sus colonias del norte de África.
Con el tiempo y vinculado a los grandes conflictos mundiales, nacerían vehículos como el Jeep, que desempeñó un papel crucial en los frentes europeos de la Segunda Guerra Mundial. También surgirían sus equivalentes en las fuerzas del Eje, como el Kübelwagen alemán, que era esencialmente un Volkswagen Escarabajo adaptado para todo terreno, y el Kurogane japonés, que fue el precursor del Toyota Land Cruiser.
En la actualidad, la necesidad de vehículos todoterreno sigue vigente, y quizás es incluso más crítica que antes. Seguimos necesitando vehículos que maximicen su funcionalidad y que sean capaces de llegar a los lugares más remotos y difíciles. Hablamos de situaciones en las que no son suficientes los mejores todoterreno civiles, ni un Mercedes Clase G, ni un Land Rover Defender, ni un Jeep Wrangler.
DANNAR, una compañía especializada en soluciones de energía móviles, ha llevado el concepto de vehículo todoterreno a un nuevo nivel. Han creado una plataforma MPS (Mobile Power Station) que se basa en un chasis de largueros y travesaños, como cualquier buen vehículo todoterreno. Pero ahí terminan las similitudes con los vehículos todoterreno convencionales.
Esta plataforma MPS está equipada con paquetes de baterías y diferentes módulos, dependiendo de la necesidad que se quiera resolver. Puede disponer de un módulo para que el vehículo sea tripulado, pero también está diseñado para ser controlado remotamente, o incluso mediante sistemas autónomos, lo que lo hace ideal para situaciones extremas, como desastres medioambientales.
Inicialmente, DANNAR comenzó utilizando una plataforma móvil y baterías de BMW i3. Ahora, en el Advanced Clean Transportation Expo de Las Vegas, presentarán una segunda generación de esta plataforma. Esta nueva versión no sólo será capaz de llegar a los lugares más inaccesibles, sino que también podrá proporcionar un suministro energético continuo y duradero.
Gracias a su capacidad para albergar en sus baterías hasta 500 kWh (equivalentes a las baterías de cinco Tesla) y una conexión trifásica de 480 V, esta plataforma MPS de DANNAR podría suministrar energía a maquinaria industrial. En definitiva, estamos hablando de un vehículo todoterreno que no sólo cumple con su función básica de movilidad en terrenos difíciles, sino que también actúa como una verdadera central eléctrica sobre ruedas.
Este tipo de innovaciones en el campo de los vehículos todoterreno demuestran que este segmento sigue evolucionando para adaptarse a las necesidades cambiantes de nuestra sociedad. Y aunque el origen de los vehículos todo terreno pueda haber sido meramente funcional, es evidente que su futuro promete ser mucho más que eso.