La salud cerebral se ve afectada por la apnea del sueño y la falta de sueño profundo.

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El riesgo de enfermedades cerebrales puede aumentar en aquellos que sufren de apnea del sueño y un limitado tiempo de sueño profundo, según una reciente investigación. El estudio, publicado en la edición online de la reconocida revista Neurology, sugiere un vínculo entre estos dos factores y un mayor riesgo de desarrollar ictus, enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo.

Es importante notar que el estudio no establece una relación de causa y efecto entre las alteraciones del sueño y los cambios cerebrales. En su lugar, simplemente muestra una asociación entre estos factores y los biomarcadores de la salud de la sustancia blanca del cerebro.

Uno de estos biomarcadores son las hiperintensidades de la sustancia blanca. Estas lesiones diminutas visibles en los escáneres cerebrales se vuelven más frecuentes con la edad o con la hipertensión arterial no controlada. Además, otro biomarcador mide la integridad de los axones, las fibras nerviosas que conectan las células nerviosas.

El autor del estudio, el doctor Diego Z. Carvalho, de la prestigiosa Clínica Mayo de Rochester (Estados Unidos) y miembro de la Academia Americana de Neurología, destacó la importancia de estos hallazgos. «Estos biomarcadores son signos sensibles de enfermedad cerebrovascular precoz. Descubrir que la apnea del sueño grave y la reducción del sueño de ondas lentas están asociadas con estos biomarcadores es importante, ya que no existe tratamiento para estos cambios en el cerebro, por lo que necesitamos encontrar formas de evitar que ocurran o empeoren», afirmó.

Los investigadores encontraron que por cada disminución de 10 puntos en el porcentaje de sueño de ondas lentas, se producía un aumento en la cantidad de hiperintensidades de la sustancia blanca. Este efecto es similar al envejecimiento del cerebro en 2,3 años. Además, la misma disminución se asociaba a una menor integridad axonal, similar al efecto de envejecer tres años más.

El estudio también reveló que las personas con apnea del sueño grave presentaban un mayor volumen de hiperintensidades de sustancia blanca que los individuos con apnea del sueño leve o moderada. Del mismo modo, mostraban una integridad axonal reducida en el cerebro.

La apnea del sueño es un trastorno común que puede tener graves consecuencias para la salud. Las personas con esta afección experimentan interrupciones en la respiración o episodios de respiración superficial durante el sueño. Los síntomas incluyen ronquidos fuertes, somnolencia diurna, dolor de cabeza matutino y problemas de atención.

La reducción del sueño de ondas lentas, también conocida como sueño profundo, es otra preocupación. Durante esta etapa, el cerebro y el cuerpo tienen la oportunidad de recuperarse del desgaste del día. Este tipo de sueño es crucial para la consolidación de la memoria, la regulación del humor y el refuerzo del sistema inmunológico.

En resumen, este estudio aporta nuevas ideas significativas sobre el vínculo entre los trastornos del sueño y la salud cerebral. Aunque no se puede determinar una relación de causa y efecto, los hallazgos resaltan la importancia de un sueño adecuado y saludable para mantener la salud cerebral.

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