En un reciente pronunciamiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una advertencia preocupante sobre los futuros fenómenos meteorológicos extremos, atribuyéndolos a la creciente crisis del calentamiento global. Esta problemática global, según los expertos en salud, tiene repercusiones significativas y perjudiciales para la salud humana.
En una conferencia de prensa celebrada el miércoles, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que la actual crisis climática es uno de los principales factores que determinan las consecuencias para la salud humana. Este fenómeno global, que está escalando a un ritmo alarmante, está creando condiciones meteorológicas que amenazan el bienestar humano y la estabilidad de nuestros ecosistemas.
Según Ghebreyesus, tanto el fenómeno de El Niño —un evento climático asociado con el calentamiento del océano Pacífico tropical central y oriental— como el calentamiento global están generando temperaturas récord. De hecho, el lunes se registró el día más caluroso en la historia del planeta desde que comenzaron los registros. Este fenómeno no solo es alarmante en sí mismo, sino que también indica una tendencia preocupante hacia condiciones meteorológicas más extremas.
Al proyectar lo que se espera en un futuro cercano, el director general de la OMS advierte que “en los próximos meses esperamos una serie de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, inundaciones, huracanes y olas de calor, todos los cuales perjudican la salud humana”. Estos eventos extremos pueden provocar una serie de problemas de salud, desde enfermedades relacionadas con el calor hasta problemas respiratorios y desnutrición.
Además, el calentamiento global y los fenómenos meteorológicos extremos están teniendo un profundo impacto en la disponibilidad de recursos naturales vitales, como el agua potable. La falta de estos recursos puede provocar una serie de problemas sanitarios, desde la deshidratación hasta la propagación de enfermedades transmitidas por el agua.
En relación a esto, Ghebreyesus también señaló la grave sequía que está azotando el Cuerno de África (Yibuti, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Uganda). Esta sequía prolongada ya ha provocado una ola de hambre, migración y enfermedades, lo que a su vez ejerce una gran presión sobre los servicios de salud locales.
Este escenario es especialmente preocupante en zonas donde los sistemas de salud ya están estresados y carecen de los recursos necesarios para hacer frente a un aumento de la demanda. Esto pone en evidencia la necesidad de fortalecer los sistemas de salud a nivel global, así como de tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático.
La OMS hace un llamado a la acción, subrayando la necesidad de una respuesta global para contrarrestar los efectos del calentamiento global. Esta respuesta debe incluir tanto esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como medidas para fortalecer los sistemas de salud y prepararlos para hacer frente a las crecientes amenazas a la salud derivadas del cambio climático.
Este pronunciamiento de la OMS pone de manifiesto la interconexión entre la salud humana y la salud de nuestro planeta. El calentamiento global no es solo una amenaza para el medio ambiente, sino que también tiene consecuencias directas y perjudiciales para la salud humana. A medida que el planeta se calienta, los riesgos para la salud aumentan.
En resumen, la OMS advierte sobre una serie de fenómenos meteorológicos extremos a corto plazo, que están directamente relacionados con el calentamiento global. Estos eventos extremos, como sequías, inundaciones, huracanes y olas de calor, no solo amenazan la vida y el bienestar de las personas, sino que también ponen en peligro la estabilidad de los sistemas de salud a nivel global.