La noticia de la muerte del presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha conmocionado a Irán y al mundo entero. El mandatario, junto con varios altos funcionarios del gobierno, murió en un accidente de helicóptero en una zona montañosa del noroeste de Irán, a 670 kilómetros de la capital, Tehern.
Entre los fallecidos se encontraba el ministro de Exteriores, Amir Abdollahian, el gobernador de la provincia de Azerbaiyn Oriental y otros funcionarios y guardaespaldas. La noticia fue confirmada por la televisión estatal iraní, que informó que no había señales de vida tras el accidente.
El accidente ocurrió en la mañana del 20 de mayo de 2024. Poco después del anuncio de la muerte del presidente, la agencia de noticias iraní Mehr confirmó también la muerte de «todos los pasajeros del helicóptero». Las imágenes del accidente mostraron la aeronave estrellada contra el pico de una montaña. Raisi estaba viajando en una comitiva de tres helicópteros, y las otras dos aeronaves aterrizaron sin problemas.
No hay información oficial sobre las causas del accidente. Los equipos de rescate encontraron la aeronave siniestrada más de 12 horas después de que se desplegaran los equipos de rescate. Países de la región, como Turquía, Rusia, Qatar e Irak, enviaron equipos de socorro, helicópteros y drones con visión nocturna para ayudar a Irán a rastrear el terreno montañoso y de difícil acceso cerca de Varzegan, en la frontera con Azerbaiyán.
Los cuerpos del presidente Raisi, el ministro Abdollahian y el resto de los fallecidos fueron trasladados a la ciudad de Tabriz, la capital de la provincia donde desaparecieron. La operación de búsqueda se complicó debido a las condiciones climáticas, con una densa niebla, lluvia y nieve durante la madrugada. Según los informes de los medios locales, dos equipos de rescate perdieron el contacto con las autoridades iraníes durante la búsqueda.
El helicóptero, un modelo Bel 212 de fabricación estadounidense, fue encontrado a unos 70 kilómetros de la zona donde se perdió la señal GPS. El jefe de la Media Luna Roja, Pir Hossein, que dirigió la principal operación de búsqueda, informó que el helicóptero estaba «completamente calcinado».
Raisi regresaba de la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde había participado en la inauguración de dos presas con su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliyev. Inicialmente, las autoridades iraníes calificaron el suceso de «aterrizaje forzoso», pero a medida que avanzaba la operación de búsqueda se fue desvelando que se trataba de un accidente.
Las reacciones a la muerte de Raisi no se hicieron esperar. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, expresó sus «sinceras condolencias». «La UE expresa su más sentido pésame por la muerte del presidente Raisi y del ministro de Asuntos Exteriores Abdollahian, así como de otros miembros de su delegación y tripulación en un accidente de helicóptero. Nuestros pensamientos están con las familias», señaló en una publicación en su cuenta oficial.
Los gobiernos de la región fueron los primeros en reaccionar al fallecimiento del mandatario iraní. El presidente Aliyev de Azerbaiyán, con quien se reunió el día anterior, señaló que su gobierno estaba «profundamente conmocionado» por la pérdida del pueblo «hermano y amigo» de Bakú. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó su «más sentido pésame» al «amigable y hermano gobierno iraní», una condolencia parecida a la «gran tristeza y gran pesar» expresada por el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani.
Pakistán declaró un día de luto y Líbano tres días de luto por la muerte del presidente iraní. La muerte de Raisi ha tenido un impacto considerable en Líbano, debido al apoyo de Irán al influyente partido chií Hizbul. La organización declaró que Raisi era «un hermano mayor» de Hizbul, «firme defensor de nuestros problemas y los de las naciones árabes, especialmente Jerusalén y Palestina».
Tras la muerte de Raisi, el vicepresidente Mohammad Mojber, se convierte en el presidente interino. La Constitución iraní establece que el país debe convocar nuevas elecciones en 50 días. Raisi, que gobernó desde 2021, era visto como un político de línea dura apoyado por el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Durante su mandato, las fuerzas de seguridad reprimieron protestas multitudinarias pidiendo más libertades y mejoras económicas para el país. Al menos 500 personas murieron en acciones policiales y más de 20.000 fueron detenidas.
Es importante recordar que la muerte de Raisi ocurre en un momento de máxima tensión regional por la guerra entre Israel y Hamas. Teherán está acusada de apoyar al grupo palestino y financiar a milicias de la región que han intentado sabotear a Israel y a Estados Unidos en protesta por la guerra en Gaza. Las tensiones con Israel, que han aumentado durante décadas, derivaron el mes pasado en un ataque directo de Irán con misiles y drones en suelo israelí, después de que varios dirigentes iraníes murieran en un ataque aéreo israelí en Damasco.