El reciente Gran Premio de la Emilia-Romagna de 2024, no será recordado como uno de los mejores momentos en la carrera del veterano piloto de Fórmula 1, Fernando Alonso. En comparación con la temporada anterior, en 2023, cuando la carrera fue cancelada debido a las inundaciones en Imola, el equipo Aston Martin de Alonso parecía destinado a alcanzar el podio. Sin embargo, en 2024, el equipo de Banbury está lejos de la gran actuación que mostró el año pasado. Este último fin de semana de carrera sirvió como un amargo recordatorio de ello.
Alonso ya había tenido problemas en la clasificación del sábado, donde no pudo avanzar más allá de la Q1 debido a un pequeño desvío y algunos problemas técnicos con su AMR24. El piloto español quedó en decimonovena posición, una señal de que el fin de semana sería un desafío. El equipo liderado por Mike Krack tomó la decisión de sacar el monoplaza de Alonso del parque cerrado para implementar algunas modificaciones. Este movimiento llevó al piloto de 42 años a comenzar desde el Pit Lane.
El domingo no trajo mejoras. Alonso, con el número 14, no pudo superar la decimoquinta posición. Esperando un coche de seguridad que nunca apareció, Alonso terminó el Gran Premio en la misma posición en que había clasificado el sábado. Pese a intentar una estrategia diferente, deteniéndose al principio para cambiar el neumático medio por el duro, no logró alterar el curso de la carrera. En palabras del bicampeón tras la carrera: «Es de estos fines de semana donde frustra mucho el saber de una forma u otra como va a acabar la carrera… Hablamos de la carrera más aburrida del mundo».
La decimonovena posición de Alonso marca su peor resultado en su trayectoria en la Fórmula 1. Para él, pareció más una sesión de pruebas que duró las 63 vueltas de la carrera, que un verdadero Gran Premio de Fórmula 1. Con esta perspectiva, Aston Martin decidió realizar cambios en su coche, para comparar los ajustes con los del otro piloto del equipo, Lance Stroll, quien finalizó en novena posición.
Respecto a estas modificaciones, Alonso comentó: «Tenemos que esperar y revisar todos los datos que hayamos podido acumular hoy, y preguntar al equipo cuáles son las diferencias que vieron entre los dos coches… El fin de semana ha sido duro. La clasificación dicta sentencia aquí, será lo mismo en Mónaco, y por lo tanto tenemos que apostar por el sábado perfecto».
El circuito de Mónaco fue el lugar donde Alonso estuvo más cerca de conseguir la ansiada ’33’ el año pasado. Sin embargo, un error de estrategia de Aston Martin con la lluvia privó al experimentado piloto de su vuelta al escalón más alto del podio. La situación del equipo británico es muy diferente a la de hace un año, pero la historia y la mística de Mónaco siempre dejan lugar a la esperanza: en Mónaco todo es posible.