Chile es una economía emergente que ha demostrado una notable capacidad de resistencia y crecimiento a lo largo de los años. A pesar de los altibajos, el país ha logrado mantener una tasa de crecimiento económico constante, aunque modesta en algunos trimestres. En este artículo, analizaremos los resultados económicos del primer trimestre de 2024, que según el Banco Central de Chile, la economía chilena registró un crecimiento ligeramente inferior a lo esperado.
Este crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) local de Chile en el primer trimestre del año ha sido el mejor desde el segundo trimestre de 2022. Para ser más precisos, la economía de Chile se expandió un 2.3% en los primeros tres meses de 2024 en comparación con el mismo periodo del año pasado. En comparación con el Imacec de marzo, la cifra de expansión trimestral era del 2.5%.
El crecimiento se vio impulsado principalmente por un aumento en la demanda interna, que creció un 2.0%, impulsada por un aumento en el consumo y la inversión. La demanda interna juega un papel crucial en la economía de Chile, ya que representa la suma total de bienes y servicios que los hogares, las empresas y el gobierno desean y pueden comprar a precios actuales.
Las actividades que más contribuyeron a este crecimiento fueron la minería, la actividad de suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos y transportes. Sin embargo, hubo retrocesos en los servicios empresariales, la pesca y la construcción.
En cuanto a la inversión, se registró un crecimiento del 4.7% debido a una mayor variación de existencias. Sin embargo, la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), un indicador del nivel de inversión en activos fijos, mostró una caída del 6.1%, especialmente en su componente de maquinaria y equipo, particularmente de camiones y buses. La FBCF en construcción y otras obras también registró una caída.
El consumo de los hogares creció un 0.6% en el periodo, debido a un mayor gasto en servicios y en bienes no durables. Sin embargo, el consumo de bienes duraderos disminuyó en los primeros tres meses, reflejando una menor demanda de vehículos, según el informe del Banco Central.
En lo que respecta al sector externo, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 3.2%, mientras que las importaciones lo hicieron en un 1.6%. El aumento en las exportaciones se debió a mayores envíos de bienes, especialmente de productos frutícolas y mineros, incluyendo carbonato de litio y cobre.
El PIB en términos desestacionalizados fue impulsado principalmente por el consumo y la variación de existencias. El Ingreso Nacional Bruto Disponible real presentó una variación de 0.4%, reflejo de mayores rentas pagadas al exterior.
Por otro lado, el ahorro bruto total ascendió a 23.9% del PIB en términos nominales, compuesto por un ahorro nacional de 23.7% del PIB y un ahorro externo de 0.2% del PIB.
En cuanto a los sectores económicos, la actividad agropecuario-silvícola creció un 1.1%, debido a la silvicultura. En términos desestacionalizados la actividad mostró una desaceleración. La pesca mostró una caída de 10.7%, debido a menores desembarques de peces y a una caída en las cosechas de la acuicultura. El sector minero creció un 7.0% debido a la extracción de cobre, y en menor medida de minerales no metálicos. La minería de hierro retrocedió.
La industria manufacturera mostró una expansión trimestral de 1.1%, debido a una mayor producción de celulosa y papel y, en menor medida, por combustibles y químicos, y madera y muebles. La elaboración de alimentos bajó en el periodo.
La actividad suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos (EGA) mostró un fuerte avance de 17.8% en los primeros tres meses, liderada por la generación eléctrica en base a energías renovables. En la vereda opuesta, la actividad de la construcción mostró una baja de 1.1%, debido a una menor actividad de los servicios especializados. El comercio bajó un 0.4%.
En resumen, aunque el crecimiento económico de Chile en el primer trimestre de 2024 fue ligeramente menor al esperado, el país sigue mostrando signos de resistencia y capacidad para crecer a pesar de los desafíos. La economía de Chile sigue siendo una de las más dinámicas y resilientes de América Latina.
