La noticia reciente sobre las elecciones en la República Dominicana ha generado una gran expectación en el país y en el extranjero, ya que el actual presidente, Luis Abinader, busca su reelección. Con el 95% de los votos ya contados, Abinader, líder del Partido Revolucionario Moderno (PRM), una escisión del tradicional y socialdemócrata Partido de la Revolución Democrática (PRD), ha confirmado su favoritismo con un 57% de las papeletas.
Estas elecciones son particularmente significativas, ya que Abinader busca poner fin a la oleada de votos de castigo contra los gobernantes que ha sido común en las Américas desde las protestas de 2019. Este desafío es aún mayor debido a los efectos secundarios de la pandemia, que han complicado el clima político y económico en todo el mundo.
En una distante segunda posición se encuentra el ex presidente Leonel Fernández, quien lidera La Fuerza del Pueblo, con el 29% de los votos. En tercer lugar está el ex alcalde Abel Martínez del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con el 10% de los apoyos.
La noticia del primer boletín de resultados provocó un estallido de júbilo en la Casa Nacional del PRM en Santo Domingo. Los seguidores y líderes del partido celebraron con gritos de «¡De felicidad, cuatro años más!».
Este favoritismo de Abinader está respaldado por la estabilidad política y económica que ha disfrutado el país bajo su mandato, así como por su reciente y aplastante victoria en las elecciones municipales hace tres meses, donde su partido obtuvo el 80% de las alcaldías. A esto se suma el bloque oficialista conformado por el PRM y una veintena de organizaciones, que han consolidado su posición en el panorama político dominicano.
Un detalle importante a destacar es que el sistema electoral dominicano elimina la segunda vuelta electoral, también conocida como balotaje, en el caso de que el ganador supere el 50% de los votos. Esto significa que si Abinader mantiene su ventaja, será declarado ganador de las elecciones sin necesidad de una segunda ronda.
Abinader ha basado su campaña en una mano dura en el tema haitiano, lo que ha incluido propuestas como la construcción de un controvertido muro en la frontera y la deportación masiva de inmigrantes ilegales. Estas medidas han sido objeto de un intenso debate y han polarizado a la opinión pública, tanto dentro como fuera de la República Dominicana.
El resultado de estas elecciones será crucial para el futuro de la República Dominicana, ya que determinará el rumbo del país durante los próximos cuatro años. El liderazgo de Abinader ha sido objeto de críticas y elogios, y su posible reelección podría marcar un hito en la historia política dominicana.
Con la mayoría de los votos ya contados, todo parece indicar que Abinader se encamina a un segundo mandato. Sin embargo, en política nada está escrito en piedra hasta que se cuentan todos los votos. La República Dominicana y el mundo estarán atentos a los resultados finales de estas elecciones trascendentales.