El domingo pasado, el tenista alemán Alexander Zverev, clasificado número 5 en el mundo, se alzó con la victoria en la final del torneo Masters 1000 de Roma en tierra batida, superando al chileno Nicolás Jarry, 24º del ranking mundial, en sets consecutivos de 6-4 y 7-5. Esta es la segunda vez que Zverev logra conquistar este prestigioso torneo, habiendo obtenido su primer título en 2017.
El camino hacia la victoria en Roma no fue un camino fácil para Zverev, pero demostró su habilidad y resistencia en cada partido. Aunque no tuvo que enfrentarse a ningún jugador del ‘Top 10’, Zverev demostró una imagen sólida y no se dejó sorprender en una edición del torneo que fue impredecible.
Este triunfo llega justo a una semana del inicio del Roland Garros (26 mayo-9 junio), uno de los cuatro Grand Slams del calendario tenístico y considerado por muchos como el desafío supremo en canchas de arcilla. Este es un impulso significativo para Zverev, ya que suma su 22º título en su carrera y, sobre todo, su primer Masters 1000 en tres años.
La victoria de Zverev en Roma pone en evidencia la incertidumbre que se cierne sobre el circuito masculino debido al estado de forma actual de varias de las principales estrellas del tenis. El español Rafa Nadal ha jugado muy poco en los últimos dos años, lo que lo convierte en una gran incógnita de cara a París. Por otra parte, el defensor del título y número uno mundial, Novak Djokovic, está atravesando un mal año y en Roma cayó en tercera ronda ante el chileno Alejandro Tabilo. Además, los prometedores jugadores Carlos Alcaraz y Jannik Sinner no pudieron participar en el torneo de la capital italiana debido a problemas físicos.
En cuanto a la final, Jarry, que disputaba su primera final de un torneo de categoría superior a los ATP 250, ofreció una resistencia valiente. Había ganado las tres finales que había alcanzado anteriormente (Bastad en 2019, Santiago y Ginebra en 2023), pero nunca había llegado tan lejos en un Masters 1000.
En el primer set, Jarry usó su potente servicio para mantenerse en la pelea, pero Zverev consiguió romper su servicio con el marcador a 4-3 a su favor. Con 5-4 a favor, Zverev no desaprovechó la oportunidad de cerrar el set en 41 minutos.
El segundo set siguió un guion casi idéntico, con Zverev manteniendo su servicio con relativa facilidad y presionando a Jarry en sus turnos de saque. Luego de tener dos primeras bolas de partido con el marcador a 5-4, Jarry logró empatar 5-5, demostrando una tenacidad admirable.
Sin embargo, Zverev estaba decidido a no llegar al tercer set y logró ganar los dos juegos siguientes para sellar su victoria en una hora y 41 minutos de juego.
En el palmarés sucede al ruso Daniil Medvedev, quien este año fue eliminado en octavos de final. En la grada, entre el público, estuvo el mítico ex tenista chileno Jaime Fillol, abuelo de Nicolás Jarry, brindando su apoyo.
Este triunfo no solo revalida el estatus de Zverev como uno de los mejores jugadores del mundo en canchas de arcilla, sino que también lo posiciona como uno de los favoritos para el próximo Roland Garros. La victoria de Zverev en Roma podría ser un presagio de lo que está por venir en París, y el mundo del tenis estará observando con gran expectación.