El líder centrista israelí, Benny Gantz, ha desafiado al primer ministro Benjamin Netanyahu a través de un ultimátum. Después de 32 semanas en el Gobierno, Gantz ha presentado una serie de demandas necesarias para su permanencia en la coalición y en el gabinete de guerra. Este ultimátum llega en medio de la gestión de la guerra contra el grupo islamista Hamas en la Franja de Gaza, la cual ha sido descrita como el peor ataque en la historia de Israel.
Gantz ha instado a Netanyahu a elegir «entre la victoria y el desastre», colocando el interés nacional antes que el político. El líder centrista ha exigido la elaboración y aprobación de un plan de acción antes del 8 de junio que conduzca al logro de «seis objetivos estratégicos de importancia nacional».
Tres de estos seis objetivos estratégicos están relacionados directamente con la guerra contra Hamas, los cuales incluyen: la devolución de los secuestrados israelíes a casa, el desmantelamiento del régimen de Hamas y el desarme de la Franja de Gaza. Gantz también propone la creación de una administración civil estadounidense-europea-árabe-palestina en la Franja de Gaza que sirva como una alternativa a Hamas y que no esté bajo el control de Mahmud Abbas.
El plan de Gantz también incluye el retorno de miles de habitantes del norte de Israel, que fueron evacuados desde octubre debido a los ataques del grupo libanés Hizbul. Además, propone una legislación relacionada con el reclutamiento de los ultraortodoxos, algo que considera vital debido a la guerra. El último objetivo del plan es la promoción de la normalización de relaciones con Arabia Saudí como parte de un movimiento más amplio que busque crear una alianza con el mundo libre y el mundo árabe contra Irán y sus sucursales.
Este último objetivo, que estuvo cerca de ser realizado antes del ataque de Hamas, es promovido por la Administración Biden como una posible solución a la devastadora guerra en la Franja de Gaza. Netanyahu siempre ha buscado la normalización de relaciones con Riad como culminación de los Acuerdos de Abraham promovidos por EE.UU en 2020. Sin embargo, hoy en día, Netanyahu no está dispuesto ni es capaz de pagar el precio para lograrlo: el compromiso exigido por Arabia Saudí de avanzar hacia una solución de dos Estados (Israel y Palestina).
El gabinete del veterano dirigente Netanyahu ha respondido al ultimátum de Gantz argumentando que las condiciones expuestas por Gantz significan el fin de la guerra y la derrota de Israel. En otras palabras, Netanyahu rechaza el ultimátum. Algunos políticos de la derecha nacionalista han exigido la salida inmediata de Gantz.
Gantz justificó su entrada en el Gobierno asegurando que durante muchos meses, la unidad fue real, se evitaron errores graves, se lograron importantes avances y se devolvieron a casa a más de un centenar de secuestrados. Sin embargo, admitió que últimamente «algo salió mal», apuntando a los ministros ultraderechistas Bezalel Smotrish e Itamar Ben Gvir como los responsables de haber tomado el control del barco israelí y llevarlo hacia un muro de rocas.
Gantz insinuó que Netanyahu podría preferir sus intereses políticos y personales a los de Israel. Este ultimátum a Netanyahu llega poco antes de que ambos líderes se vieran cara a cara en una reunión del gabinete de guerra, en el marco de una guerra marcada por intensos combates en Jabalia (norte de Gaza) y una limitada incursión en Rafah (sur de Gaza).
Uno de los motivos por los que Gantz justifica su permanencia en la coalicón de Netanyahu es la presión que ejerce para lograr la liberación de secuestrados. Según Israel, 40 de los 128 secuestrados están muertos, aunque Hamas eleva la cifra de forma considerable. La ofensiva militar de respuesta de Israel ha causado al menos 35.300 muertos, según el ministerio de Sanidad bajo control de Hamas, mientras 279 soldados israeles murieron desde el inicio de la incursión a finales de octubre.
En conclusión, la tensión entre los líderes israelíes aumenta a medida que prosigue la guerra en Gaza. Gantz ha lanzado un ultimátum a Netanyahu, pidiendo la elaboración de un plan de acción para lograr seis objetivos estratégicos de importancia nacional. Las demandas de Gantz incluyen la devolución de los secuestrados, el desmantelamiento de Hamas, el desarme de la Franja de Gaza, y la normalización de las relaciones con Arabia Saudí. Las respuestas a este ultimátum determinarán el futuro de la coalición gobernante y la dirección de la guerra en Gaza.