Este viernes, por primera vez en la historia, se ha efectuado la entrega de ayuda humanitaria a través de un muelle flotante frente a la costa de Gaza, una acción llevada a cabo por Estados Unidos. Esta noticia representa un hito en la ayuda humanitaria, dado que el corredor marítimo para enviar ayuda a Gaza había sido suspendido durante los últimos dos meses tras la trágica muerte de siete cooperantes en un ataque aéreo israelí.
El comando central del Ejército estadounidense anunció que esta primera entrega, que llegó a Gaza a las 9.00 hora local, marca el inicio de un esfuerzo multinacional para proporcionar ayuda adicional a los civiles palestinos en la región a través de un corredor marítimo puramente humanitario. Según el comunicado del comando, este corredor permitirá la distribución de productos de ayuda donados por varios países y organizaciones humanitarias.
Según fuentes de Washington, esta primera entrega consistió en decenas de camiones cargados de barritas energéticas para 11.000 personas, alimentos terapéuticos para combatir la desnutrición de 7.200 niños y kits de higiene para unas 30.000 personas. Actualmente, el muelle tiene la capacidad de cargar hasta 150 camiones de ayuda humanitaria al día, pero Estados Unidos espera poder incrementar la cifra en las próximas semanas.
El proyecto, que tuvo un coste de 320 millones de dólares, fue concebido como una acción complementaria a la entrada de ayuda por vía terrestre. No obstante, el bloqueo israelí a los cruces que conectan Gaza con el exterior ha provocado que este muelle flotante se convierta en una de las únicas alternativas viables para la entrada de ayuda.
A pesar de los avances, la logística de entrega por vía marítima es mucho más compleja y requiere más tiempo que el envío por vía terrestre. La ayuda humanitaria es inspeccionada en Chipre antes de recorrer 320 kilómetros hasta el muelle flotante. Allí, los palés se descargan y se vuelven a cargar en camiones, que llegan a tierras palestinas con barcos del ejército. Una vez en Gaza, los camiones descargan la ayuda y regresan a los barcos.
La semana pasada, Estados Unidos envió el primer buque cargado con ayuda en dirección a Gaza, pero tuvo que atracar en Israel debido a que el muelle flotante no se pudo colocar en su lugar a causa de las condiciones climáticas. Las organizaciones humanitarias han advertido que la ubicación del muelle, frente a la costa sur de Gaza, dificulta la distribución de la ayuda en el norte del enclave, la zona más afectada por la hambruna, ya que los camiones tienen que cruzar múltiples carreteras controladas por Israel.
Vedant Patel, portavoz del departamento de Estado estadounidense, reconoció que «aunque se trata de un nuevo mecanismo de asistencia para Gaza, por supuesto hay que hacer más». Patel advirtió que las condiciones humanitarias en tierra continúan deteriorándose y que se han cerrado cruces fronterizos vitales en un momento en el que trasladar más ayuda es fundamental.
Se espera que la ayuda entregada este viernes en Gaza sea distribuida por la ONU. Sin embargo, la organización advirtió que no podrá repartir el cargamento si no se envía combustible al enclave. «Necesitamos combustible desesperadamente», declaró el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq.
Desde que el ejército israelí tomó el cruce de Rafah, que conecta con Egipto y por donde ha entrado toda la ayuda humanitaria desde octubre, se ha frenado la entrada de alimentos y combustible en la Franja. Martin Griffiths, secretario general adjunto de asuntos humanitarios de la ONU, alertó que se están agotando las reservas de alimentos en el sur de la Franja, donde se encuentran los almacenes de las organizaciones humanitarias. «Israel necesita hacer más para proporcionar urgentemente un acceso sostenido y sin obstáculos para que la asistencia humanitaria entre tanto en el norte como en el sur de Gaza», advirtió Griffiths.
Este suceso pone de manifiesto la urgencia y la dificultad de la situación humanitaria en Gaza, una región que continúa siendo objeto de un estricto bloqueo y que depende en gran medida de la ayuda internacional para poder satisfacer las necesidades básicas de su población. El muelle flotante representa una nueva vía de acceso para la ayuda, pero también subraya la necesidad de soluciones más sostenibles y de largo plazo para la crisis en Gaza.