Al comienzo de este siglo, la fiebre por las motos superdeportivas de 600 centímetros cúbicos se había desatado en Europa. Todas las marcas de renombre querían marcar su presencia en la categoría, la cual se convirtió en una plataforma indispensable para sus esfuerzos competitivos. Sin embargo, el fin de la convalidación del carnet A, su peligrosidad y las normativas de emisiones casi acabaron con las 600 más deportivas. Pero ahora, parece que su resurgimiento ha cobrado impulso con el esperado retorno de la Honda CBR600RR. Este modelo, uno de los más apreciados en su segmento, regresa al escenario después de una ausencia de ocho años, y lo hace a un precio aún más bajo de lo que se había anunciado inicialmente.
¿Por qué es tan importante el retorno de la Honda CBR600RR? La razón es que se trata de uno de los modelos más emblemáticos de una saga en la que ni Yamaha ni Suzuki están presentes, completando así la oferta de una Kawasaki que nunca se rindió. Las 600 son la opción más asequible para llevar a las calles una superdeportiva ligera, con un motor de cuatro cilindros y tecnología derivada directamente de MotoGP. El motor de estas motos es uno de sus principales elementos diferenciales. Pocas motos deportivas pueden presumir de un tetracilíndrico de altísimo régimen de giro, con un sonido y un comportamiento tan característico.
El motor de esta moto desarrolla 121 CV a 14.250 rpm, con un corte de inyección situado en nada menos que 15.000 rpm. Este motor tan puntiagudo envía su potencia a la rueda trasera mediante cadena y un cambio de seis marchas, con embrague antirrebote y sistema QSS (quickshifter) – que permite cambiar de marcha más rápidamente, sin necesidad de usar el embrague. En papel, homologa un consumo de 5,5 l/100 km y tiene un depósito de 18 litros. Su autonomía, por supuesto, dependerá de cuánto le “retorzamos” la oreja.
La parte ciclo de la Honda CBR600RR está diseñada para ser efectiva en un tramo de curvas o en circuito. Acompañada de la clásica posición de pilotaje de una R: alta y agachada, con semimanillares de ángulo pronunciado. No es una moto cómoda para un uso diario y el espacio destinado al pasajero es testimonial. Sus componentes son de primera categoría: su horquilla invertida delantera es una Showa Big Piston USD de 41 mm de diámetro, y está acompañada de un monoamortiguador trasero completamente ajustable, también suministrado por Showa.
El equipo de frenado cuenta con un doble disco delantero de 310 mm y pinza de anclaje radial. El disco trasero es único, de 220 mm de diámetro. Este sistema de frenado cuenta con ABS de doble canal y funcionamiento en curva. Donde esta moto realmente brilla es en la electrónica de apoyo al pilotaje, optimizada con la experiencia de Honda en MotoGP. Gracias a una unidad de control inercial de seis ejes, gozamos de control de tracción, sistema anti-stoppie, sistema anti-caballito y un selector de cinco modos de pilotaje.
La personalización de la experiencia de pilotaje es máxima. Con un peso de 193 kilos en orden de marcha, la CBR600RR es efectividad pura y dura. Su único detalle práctico es una pantalla TFT muy completa con conectividad mediante app. La gran noticia es que la Honda CBR600RR, cuyo precio en España iba a ser de 13.200 euros, lo ha reducido hasta los 12.700 euros. Es un precio algo inferior a la de su rival directa, la Kawasaki ZX-6R, disponible desde 13.150 euros en nuestro mercado.
En este segmento y con mecánica de cuatro cilindros, esta pareja de motos no tiene rivales – mientras no subamos, o bajemos de cilindrada. La Honda CBR600RR ya está a la venta en la red de concesionarios de Honda en España.