El cierre del año 2023 ha traído consigo un duro golpe para la realidad socioeconómica del Perú. De acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el país finalizó el año con un alarmante incremento en los niveles de pobreza.
El estudio elaborado por el INEI pinta un escenario desolador, en el que el 29% de la población total del país, es decir, alrededor de 9 millones 780 000 personas, vive en condiciones de pobreza. Esta cifra es un reflejo de que estas personas no tienen los ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas mensuales de sus hogares, las cuales se estiman en un mínimo de 123 dólares. Entre estas necesidades se incluyen elementos fundamentales para la supervivencia y la calidad de vida, como la alimentación, salud, transporte, vivienda y educación.
Además, dentro de este sombrío panorama de pobreza, encontramos que un 5,7% de los peruanos se encuentran en una situación aún más crítica, la denominada pobreza extrema. En términos más concretos, esto significa que un total de 1 millón 922,000 personas sobreviven día a día con ingresos mensuales que no superan los 69 dólares, una cantidad que ni siquiera les permite cubrir sus necesidades alimentarias básicas.
Comparativamente, los niveles de pobreza alcanzados en Perú son similares a los registrados durante los peores momentos de la pandemia. Según el mismo informe del INEI, se puede afirmar que seis de cada diez peruanos se encuentran en situación de pobreza o en riesgo de caer en ella. Desafortunadamente, este alarmante informe fue censurado por el Ejecutivo, lo cual pone en evidencia la falta de voluntad política para abordar de manera eficiente este grave problema socioeconómico.
Ante este preocupante incremento en los niveles de pobreza, el Ejecutivo se limitó a afirmar que tomará el asunto con responsabilidad y que espera trabajar en conjunto con la población. Sin embargo, su falta de acción efectiva y concreta para combatir esta crisis económica y social es palpable.
La tasa de pobreza extrema en Perú se ha posicionado como uno de los desafíos más urgentes del país, llegando a niveles que no se habían visto en la última década. La gravedad de esta situación se hace aún más patente cuando se observa que el incremento de la pobreza afecta principalmente a los niños, con el 38.5% de ellos viviendo en condiciones precarias. Esta situación es especialmente prevalente en el sector rural, donde los niveles de pobreza tienden a ser más altos.
En definitiva, Perú enfrenta un escenario socioeconómico desalentador, en el que la pobreza se ha convertido en una cruda realidad que afecta a millones de personas, especialmente a los niños y a las poblaciones rurales. La falta de acción efectiva por parte del Ejecutivo para abordar esta crisis pone en riesgo el futuro del país y de las generaciones futuras.