El gobierno de Chile ha dado un giro sorprendente y potencialmente controvertido en sus esfuerzos por reformar el sistema de pensiones del país, cambiando la categoría de «urgencia simple» a «suma urgencia» para la tramitación de la reforma previsional en el Senado. La designación anterior permitía un plazo de 30 días para la aprobación de un proyecto, pero en muchos casos este período se extendía debido a compromisos del Ejecutivo de renovar la urgencia tras su vencimiento. Ahora, con la nueva denominación de «suma urgencia», el proyecto debe ser conocido y despachado en un plazo de 15 días.
Esta decisión se produce en un momento crítico, ya que el Presidente Boric ha instado a la Comisión de Trabajo del Senado a votar la idea de legislar el proyecto durante este mes. Sin embargo, los miembros de la oposición han expresado su deseo de cumplir con el cronograma acordado de seis semanas de sesiones para discutir diferentes aspectos de la iniciativa.
El cambio de urgencia en la reforma de pensiones ha sorprendido y descontentado a Chile Vamos, la coalición de partidos de derecha del país. La oposición expresó su inquietud durante la sesión de la Comisión de Trabajo en el Senado.
El senador Iván Moreira (UDI), presidente de la Comisión de Trabajo, criticó la decisión del gobierno, afirmando que aunque tiene derecho a asignar urgencia a la reforma previsional, no tiene derecho a confundir a la ciudadanía. Moreira argumentó que el gobierno está presionando para que se vote la idea de legislar un proyecto que no está listo, mientras que al mismo tiempo solicita que se siga trabajando en el avance temático de la reforma previsional a través de una comisión técnica y del Ministerio de Hacienda y del Trabajo.
Moreira expresó su preocupación de que el gobierno esté impidiendo un acuerdo en la reforma previsional y sugirió que el ganador de esta situación serían las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) si no se avanza en la reforma. Acusó además al gobierno de falta de coherencia, ya que en su opinión, no hay acuerdo ni siquiera entre los propios ministros y el gobierno, porque uno dice una cosa, y el Presidente los contradice a diario.
El senador Rodrigo Galilea (RN) manifestó su sorpresa y aseguró que la decisión de asignar «suma urgencia» al proyecto de reforma de pensiones no es coherente con el esquema de trabajo acordado que se está llevando a cabo en la comisión. Galilea señaló que la decisión del gobierno es una señal política equívoca que no beneficia al proyecto de pensiones.
Por su parte, el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli) fue consultado acerca de si cree que la decisión del gobierno acelerará la votación en general del proyecto. Cruz-Coke respondió que no, indicando que el gobierno prolongará la urgencia, por lo tanto, la situación que ya se vivió en la Cámara, en la que el proyecto llegó sin contenido al Senado por apurarlo, no ocurrirá. Cruz-Coke insistió en que, teniendo un cronograma acordado y en funcionamiento entre los miembros de la comisión y el Ejecutivo, se debe respetar este esquema.
La reforma previsional es un tema de gran importancia en Chile, ya que el sistema de pensiones del país ha sido objeto de críticas por su insuficiencia para proporcionar ingresos adecuados a los jubilados. La decisión del gobierno de dar «suma urgencia» a la reforma previsional podría acelerar los cambios en el sistema de pensiones, pero también podría aumentar la tensión entre el gobierno y la oposición y generar controversia en torno a la reforma.