El 1 de junio de 2023, frente al Congreso, el Presidente Gabriel Boric hizo historia. No por su popularidad o sus políticas, sino por la duración excepcional de su discurso. Con una duración de tres horas y 36 minutos, Boric estableció un récord, realizando el discurso más largo desde el regreso a la democracia en Chile.
El discurso épico provocó una reacción mixta entre los asistentes. Algunos se retiraban periódicamente para tomar un descanso, buscar un café o incluso cargar sus celulares. A pesar de la duración, el discurso fue considerado un hito en la historia de la democracia chilena.
Este año, con 17 días para la tercera presentación de cuentas ante el Parlamento, en La Moneda, la oficina del presidente ha declarado que esta será la más importante de su mandato. Para prepararse para el evento, los equipos de Boric han estado trabajando arduamente para garantizar que los puntos de enfoque de su discurso sean claros y significativos.
La prioridad se ha centrado en los logros concretos y el trabajo realizado por los gabinetes procrecimiento y proseguridad en las regiones. Este trabajo ha sido encabezado por el Segundo Piso de Miguel Crispi. También se ha prestado atención a la reforma de pensiones, que se considera un aspecto clave de la presidencia de Boric.
Para asegurar que el discurso de este año sea más conciso y tenga un mayor impacto, se ha decidido que sea más corto. Se espera que el discurso de Boric sea aproximadamente una hora más corto que el del año pasado. Con este objetivo en mente, Boric y el comité político ya han revisado varios borradores.
Además, a diferencia del año pasado, Crispi solicitó a los ministerios minutas con los principales logros en lugar de anuncios. La idea es limitar las promesas a aquellas que se consideran absolutamente necesarias, dejando espacio para las demandas más simbólicas.
Este mensaje también ha sido transmitido a los presidentes de los partidos durante las reuniones periódicas que se han celebrado los viernes en La Moneda. Durante estas reuniones, ha quedado claro que las urgencias ciudadanas serán una prioridad en el discurso del 1 de junio.
En La Moneda, la preparación para la cuenta pública ha sido un esfuerzo de equipo. Varios asesores han estado trabajando en el discurso, incluyendo a la División de Coordinación Interministerial (DCI) de la Segpres, dirigida por Rodrigo Echecopar (RD).
Otros que han jugado un papel clave en el proceso son Leonardo Moreno, que lidera el equipo de políticas públicas, y Luna Follegati y Manuel Guerrero, que han sido fundamentales en el análisis cuantitativo y cualitativo y en la construcción del relato.
Sin embargo, no todo ha sido sencillo. Ha habido tensiones a la hora de priorizar contenidos, especialmente en temas como el Sistema Nacional de Cuidados y la prometida condonación del Crédito con Aval del Estado y el pago de la Deuda Histórica de Profesores. Aun así, se espera que la Moneda haga anuncios sobre estas cuestiones, que han estado bajo la supervisión del ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Aunque estas cuestiones fueron comprometidas en su programa de gobierno, Boric las condicionó a la reforma tributaria en su cuenta pública del año pasado, una reforma que todavía no se ha materializado. Sin embargo, se espera que el presidente Boric haga una propuesta sobre el CAE en septiembre, según declaraciones recientes de Marcel a radio Duna.
En resumen, el año pasado, el presidente Boric rompió récords con su discurso maratónico. Este año, la Moneda está decidida a hacer un discurso más corto, más enfocado y, con suerte, más efectivo. Con temas claves como la reforma de pensiones y el Sistema Nacional de Cuidados en la agenda, el discurso de este año promete ser de gran importancia para Chile.