El Estado Plurinacional de Bolivia se unió recientemente a la condena y protesta global en contra de la violencia perpetrada por el régimen israelí hacia los palestinos. Este evento se desarrolló el pasado 15 de mayo en la conmemoración de los 76 años de la Nakba, un día que marca un evento de gran importancia en la historia de Palestina.
Una amplia gama de personas, que incluía a obreros, profesores, estudiantes y ciudadanos comunes, se unieron en un movimiento singular para levantar su voz en contra de lo que consideran la criminalidad del régimen israelí contra el pueblo palestino. Esto demuestra la solidaridad y la conexión que los bolivianos sienten hacia los palestinos y su lucha, y cómo se encuentran dispuestos a manifestarse y a hacerse escuchar para condenar los actos que consideran injustos.
Una de las principales denuncias de las protestas en Bolivia es el proceso de judaización en Gaza, Cisjordania y Jerusalén. Estas regiones no solo están siendo sometidas a colonización y cercenamiento de sus territorios, como solía suceder en el pasado, sino que también ahora se está expulsando a la población. Este acto se realiza descaradamente y frente a la comunidad internacional, lo que agrega una capa de indignación y asombro a la situación.
Para los Gazatíes, el derecho a la vida y a tener un hogar parece ser un sueño lejano. Desde el 7 de octubre de 2023, han vuelto a ser expulsados de sus hogares, lo que ha aumentado la indignación y la simpatía hacia su causa en todo el mundo.
El pueblo boliviano tiene una historia de más de 500 años de colonización y exterminio por parte de España y Europa, lo que les permite entender y simpatizar con la situación que atraviesa Palestina en la actualidad. En esta ocasión, los bolivianos se movilizaron en solidaridad con Palestina para protestar en contra de lo que consideran una colonización sionista.
La hermandad y solidaridad con Palestina se hizo evidente en las protestas de Bolivia. Las voces de protesta se elevaban en el aire, las banderas ondeaban con fuerza, y la condena hacia los crímenes israelíes era unánime. El mensaje claro que los bolivianos enviaron en estas manifestaciones fue «¡Palestina somos todos!». Este eslogan de unidad y solidaridad muestra el compromiso de los bolivianos con la causa palestina y su disposición a luchar por los derechos humanos y la justicia.
Una de las voces prominentes en las protestas fue la de Sdenka Saavedra, quien reportó desde La Paz sobre los eventos. Su cobertura de las protestas proporcionó un punto de vista crucial sobre los sentimientos y las acciones de los protestantes bolivianos.
En general, las protestas en Bolivia contra la violencia del régimen israelí en Palestina constituyen un ejemplo de cómo los pueblos pueden unirse en solidaridad para luchar por los derechos humanos y la justicia. Con sus acciones, los bolivianos han demostrado que están dispuestos a hacer oír su voz y a condenar los actos que consideran injustos, independientemente de dónde se produzcan.