Las noticias que emergen de Kazajstán en estos días están llenas de horror y asombro. En el centro de la tormenta se encuentra Kuandyk Bishimbayev, ex ministro de Economía de Kazajstán, acusado de asesinar a su esposa, Saltanat Nukenov, durante una discusión en un restaurante en noviembre de 2023.
La noche antes de su muerte, Saltanat, en un acto de defensa, se quitó todas las joyas que le regaló su esposo y las arrojó al inodoro. A pesar de este acto simbólico de rechazo, fue encontrada muerta a la mañana siguiente.
Bishimbayev ofrece un relato inverosímil de lo ocurrido. Afirma que a pesar de su discusión, arreglaron las cosas. Según su versión, Saltanat se golpeó la cabeza contra el suelo del baño y se «golpeó las rodillas» contra las paredes. Posteriormente, dice, se acostó y se quedó dormida. Sin embargo, la realidad es mucho más sombría: ya era un cadáver.
Saltanat y Bishimbayev se conocieron en agosto de 2022 y se casaron en diciembre del mismo año, aunque nunca registraron oficialmente su matrimonio. Amigas cercanas de Saltanat afirman que a menudo tenía heridas en su cuerpo, algunas de las cuales eran imposibles de ocultar. Cuando se le preguntó, admitió que a menudo tenía peleas con su esposo.
Bishimbayev fue arrestado por el asesinato de su esposa en noviembre de 2023. Su juicio comenzó el mes pasado, donde se declaró inocente de asesinato premeditado. Sin embargo, los investigadores han trazado un relato detallado de las circunstancias y eventos que llevaron a la muerte de Saltanat.
Se alega que durante su discusión en el restaurante, Bishimbayev golpeó y estranguló a Saltanat. La brutalidad del ataque ha dejado en shock a la sociedad kazaja. Según los informes, Bishimbayev asestó una «serie de golpes aplastantes» en la cabeza de su esposa con los puños. Cuando Saltanat trató de escapar, se refugió en una de las cabinas VIP del restaurante, pero Bishimbayev derribó la puerta y volvió a golpearla hasta que cayó al suelo.
Un aspecto particularmente inquietante de este caso es el intento de Bishimbayev de encubrir su crimen. Pidió al dueño del restaurante, que resulta ser un pariente, que eliminara las grabaciones de las cámaras de vigilancia y se llevara el teléfono de su esposa a casa.
La fiscalía sostiene que Saltanat murió por asfixia, alegando que Bishimbayev estranguló a su esposa hasta que perdió el conocimiento y murió. Sin embargo, un examen forense reveló que la causa real de la muerte fue una lesión craneoencefálica.
El relato de la fiscalía también pinta un cuadro de Bishimbayev como un hombre celoso y posesivo, que controlaba todas las llamadas telefónicas de su esposa, le prohibía trabajar y usaba violencia física contra ella de manera sistemática.
El caso de Bishimbayev y Saltanat ha provocado una ola de indignación en todo Kazajstán y ha puesto a la élite política del país en el centro de atención. El juicio de Bishimbayev es indiscutiblemente el juicio del año en Kazajstán, y la coartada de este crimen machista representa una vergüenza para la clase política privilegiada del país.