La Organización Mundial de Salud (OMS) emitió recientemente una advertencia sobre la creciente amenaza de la propagación de enfermedades infecciosas en la Franja de Gaza. Este territorio palestino, sitiado y bombardeado por Israel, se encuentra en una situación crítica que podría desencadenar una crisis de salud pública en la región.
La OMS señaló que el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas se incrementa a medida que la ofensiva israelí continúa y se agravan los problemas para suministrar agua potable, instalaciones de salud y saneamiento. Estos factores, en conjunto con las difíciles condiciones de vida en Gaza, crean un ambiente propicio para la proliferación de enfermedades.
Según la OMS, la falta de combustible ha causado el cierre de las plantas de desalinización, lo que ha llevado a un aumento en el riesgo de enfermedades bacterianas como la diarrea debido al consumo de agua contaminada.
Además, la falta de combustible también ha interrumpido la recolección de basuras sólidas, lo que según el comunicado de la OMS, está «creando un entorno propicio para la proliferación rápida y generalizada de insectos y roedores que pueden transportar y transmitir enfermedades».
La OMS informó que desde mediados de octubre se han registrado más de 33 551 casos de diarrea, más de la mitad de los cuales se presentan en niños menores de cinco años. También se han registrado 8,944 casos de escabiosis, 1,005 casos de varicela, 12,635 casos de roncha y 54,866 casos de infecciones de las vías respiratorias superiores.
La entidad internacional también advirtió sobre el trastorno en las actividades de vacunación, la falta de medicinas para curar a los enfermos y el riesgo de una propagación acelerada de las enfermedades.
La OMS ha hecho un llamado urgente para que se permita la entrada rápida de ayudas humanitarias como combustible, agua, comida y suministros médicos al enclave costero. En su comunicado, la organización enfatiza: “Todas las partes en el conflicto deben cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario de proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluida la atención sanitaria”.
Este llamado a la acción de la OMS resalta la gravedad de la situación en Gaza, donde la combinación de un conflicto en curso y las dificultades para acceder a servicios básicos de agua y saneamiento están poniendo en riesgo la salud y la vida de miles de personas.
La crisis de salud en Gaza es un reflejo de las complejas interacciones entre la política, el conflicto y la salud pública. La OMS, como organismo internacional encargado de la salud, tiene el deber de llamar la atención sobre estas emergencias y buscar soluciones para proteger la salud de las poblaciones más vulnerables.
Esta situación en Gaza es un recordatorio de que la salud no puede considerarse aislada de otros factores sociales y políticos. Así mismo, muestra la importancia de las intervenciones humanitarias para mitigar los efectos de los conflictos en la salud de las poblaciones afectadas.
En este sentido, la respuesta a la crisis de salud en Gaza debe ser multidimensional, incluyendo no solo la provisión de ayuda humanitaria, sino también esfuerzos para resolver el conflicto y mejorar las condiciones de vida de las personas en la franja de Gaza.
La OMS, junto con otras organizaciones internacionales y actores humanitarios, tiene un papel crucial en la coordinación de estas respuestas y en la defensa de los derechos de las personas en situaciones de conflicto a acceder a servicios de salud.
La crisis en Gaza es un llamado urgente a la acción para proteger la salud y los derechos de las personas más vulnerables en medio de conflictos. Es un recordatorio de que la salud es un derecho humano fundamental que debe ser protegido en todas las circunstancias, incluyendo en situaciones de conflicto.
