El presente artículo aborda la reciente conversación entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant. Durante el diálogo, Blinken reiteró el compromiso incondicional de Estados Unidos con la seguridad de Israel, pero expresó su oposición a una operación militar terrestre en Rafah, en la Franja de Gaza.
El Departamento de Estado de Estados Unidos informó que durante la llamada, Blinken y Gallant discutieron la situación en la Franja de Gaza, los esfuerzos en marcha para «asegurar la liberación de los rehenes» y el objetivo común de derrotar a Hamas. Sin embargo, Blinken reafirmó la «oposición de Estados Unidos a una importante operación militar terrestre» en la zona sur de Rafah, donde más de un millón de personas han buscado refugio.
Blinken también destacó la urgente necesidad de «proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios en Gaza» e instó a Gallant a «garantizar» que la asistencia humanitaria pueda llegar a Gaza y ser distribuida mientras Israel persigue a Hamas.
La situación en la ciudad sureña de Rafah, convertida en el último refugio para los habitantes de Gaza, se ha vuelto cada vez más crítica. Con el número de muertos en Gaza superando los 35,000, las autoridades israelíes han impuesto nuevos desplazamientos forzosos a una población que ya no tiene a dónde ir.
Philippe Lazzarini, comisionado de la organización de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), denunció en su cuenta que «las autoridades israelíes están obligando a la población de Rafah a huir a cualquier parte; las afirmaciones de zonas seguras son falsas y engañosas. No hay ningún lugar seguro en Gaza».
Por otro lado, Israel continúa manteniendo cerrado el paso de Rafah, que es crucial para la entrada de ayuda humanitaria y por donde los enfermos crónicos y los heridos salen para ser tratados. No obstante, este lunes anunció la apertura de un nuevo paso en el norte de la Franja.
En resumen, la conversación entre Blinken y Gallant revela la complejidad de la situación en la Franja de Gaza y la delicada posición de Estados Unidos en el conflicto. Aunque Estados Unidos reafirma su apoyo a la seguridad de Israel, también se ha pronunciado en contra de una operación militar terrestre en Rafah y ha subrayado la necesidad de proteger a los civiles y facilitar la entrega de ayuda humanitaria. Mientras tanto, la situación en Rafah sigue siendo crítica, con desplazamientos forzados y una falta de espacios seguros para los refugiados.