El tenis femenino sigue siendo un campo de batalla de alta competencia, y el último fin de semana, el WTA 1000 de Roma fue testigo de una emocionante contienda entre dos de las mejores tenistas de la actualidad. La bielorrusa Aryna Sabalenka, la número dos del mundo, venció a la ucraniana Dayana Yastremska, quién ocupa el puesto número 33 a nivel mundial.
El partido se decidió en dos sets, con Sabalenka saliendo victoriosa en un enfrentamiento que tuvo un marcador de 6-4, 6-2. Esta victoria le permitió a la bielorrusa avanzar a los octavos de final del torneo. Mientras que Yastremska, a pesar de haber perdido, mostró una gran habilidad y resistencia durante el partido.
El primer set fue una prueba de resistencia para ambas tenistas, pero fue Sabalenka quien logró romper el servicio de Yastremska en el séptimo juego. Esta jugada crucial le permitió a la bielorrusa anotarse el set en 34 minutos. En el segundo set, Yastremska perdió su servicio en dos ocasiones, permitiendo a Sabalenka imponerse y ganar el set y el partido.
Este es un logro considerable para Sabalenka, especialmente teniendo en cuenta que había perdido sus tres enfrentamientos previos contra Yastremska. Sin embargo, la tenista bielorrusa ha estado en una racha de victorias recientemente. En enero, ganó el Abierto de Australia, y la semana pasada alcanzó la final del torneo de Madrid.
Ahora, Sabalenka se prepara para enfrentarse en la próxima ronda a la ucraniana Elina Svitolina, que ocupa el puesto número 19 en el ranking mundial, o a la rusa Anna Kalinskaya, número 26 del mundo. Sea cual sea el resultado, es seguro que estos partidos estarán llenos de la misma intensidad y competencia que hemos visto hasta ahora.
Un detalle interesante del partido fue la ausencia de un apretón de manos al final del mismo. Esto se ha convertido en una práctica común cuando bielorrusos o rusos y ucranianos se enfrentan en el circuito WTA desde el inicio de la guerra en Ucrania. A pesar de las tensiones políticas, estas tenistas siguen demostrando su habilidad y competencia en la cancha, lo que sin duda es un testamento a su profesionalismo y dedicación al deporte.