La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alarmante advertencia sobre un inminente brote de enfermedades infecciosas en la región de Gaza. Esta situación crítica se atribuye a la falta de personal de salud, alimentos, agua, combustible y servicios de saneamiento en la región. La portavoz de la OMS, Margaret Harris, ha declarado que si no se abordan estas necesidades sanitarias fundamentales, se comenzará a ver a más personas muriendo por enfermedades que por los bombardeos.
El informe de la OMS surge a raíz de las evaluaciones sanitarias realizadas en la región desde el inicio de la tregua. La funcionaria de la OMS resaltó que los problemas de salud más significativos derivan de la falta de alimentos, agua y servicios de saneamiento. Harris describió un escenario preocupante en el que se acumulan desechos médicos y residuos civiles alrededor de los hospitales debido a la insuficiencia de trabajadores de salud y la falta de consultas médicas.
La situación es especialmente preocupante para los niños, ya que la falta de tratamiento adecuado para enfermedades como las respiratorias y la diarrea podría tener consecuencias devastadoras. La portavoz de la OMS expresó su preocupación por las enfermedades respiratorias y la diarrea, ya que los niños enfermos no están recibiendo el tratamiento adecuado.
En un tuit de la cuenta oficial de la OMS en los territorios palestinos ocupados (@WHOoPt), se advierte que Gaza corre un alto riesgo de brotes explosivos de enfermedades infecciosas. El tuit también enfatiza que el hacinamiento intenso y la interrupción de la salud, el agua y los sistemas de saneamiento están agravando la situación. Además, las escaseces de alimentos están debilitando a las personas por el hambre, lo que las hace más propensas a enfermar.
Respecto a la situación de los hospitales, la OMS ha informado que la situación es crítica debido a la falta de combustible para operar los equipos esenciales y a la escasez de medicamentos. Durante casi 50 días de ataques indiscriminados al enclave costero, Israel ha causado la muerte de más de 200 trabajadores sanitarios y ha destruido 250 centros médicos en la Franja de Gaza, según datos proporcionados por el Ministerio de Salud de Palestina.
Es fundamental enfatizar que el acceso a la salud es un derecho humano básico y que los ataques a los trabajadores de la salud y las instalaciones médicas son una violación del derecho internacional humanitario. Además, la falta de alimentos, agua potable y servicios de saneamiento básico pueden aumentar el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas, lo que puede tener consecuencias devastadoras para la población afectada, especialmente para los más vulnerables como los niños.
La OMS continúa monitoreando de cerca la situación en Gaza y trabaja en colaboración con las autoridades locales y las organizaciones de ayuda para mitigar los efectos de esta crisis sanitaria. Sin embargo, se necesita urgentemente un mayor apoyo internacional para garantizar que las necesidades de salud básicas de la población de Gaza se satisfagan y para prevenir una crisis de salud aún mayor.
La situación en Gaza es un sombrío recordatorio de cómo los conflictos pueden devastar los sistemas de salud y poner en riesgo la vida de las personas, especialmente en los contextos donde ya existen vulnerabilidades significativas. Esto subraya la necesidad de esfuerzos sustantivos para proteger la salud y el bienestar de las personas en situaciones de conflicto y para abordar las causas subyacentes de estas crisis.
En el contexto de la pandemia de COVID-19, la situación en Gaza también resalta la importancia de garantizar un acceso equitativo a las vacunas y otros recursos de salud, especialmente en las regiones más afectadas por el conflicto y la inseguridad. La pandemia ha exacerbado las desigualdades existentes y ha resaltado la necesidad de abordar las disparidades en la salud a nivel mundial.
En última instancia, la situación en Gaza es un llamado urgente a la acción para proteger la salud y la vida de las personas y para garantizar que todos, independientemente de dónde vivan, tengan acceso a los servicios de salud esenciales que necesitan para vivir vidas saludables y productivas.