La intensa guerra de precios que se libra en el ámbito de los fabricantes de coches eléctricos está teniendo un fuerte impacto en las empresas con menos recursos. Tesla, el titán de la industria, ha tenido dificultades en este primer cuatrimestre, pero sus competidores, como Lucid y Rivian, están pasando por momentos aún más difíciles. Lucid se está abriendo camino en el mercado europeo con su modelo Air, mientras que Rivian sigue centrado en Estados Unidos. Sin embargo, la reducción de precios de los Tesla está suponiendo un duro golpe para estos fabricantes que luchan por competir.
Lucid, en el primer cuatrimestre de 2024, sufrió unas pérdidas netas de 685 millones de dólares (638,3 millones de euros) y unos ingresos de 173 millones (161,2 millones de euros). Esta pérdida se suma a los 726,84 millones de euros que perdió en el primer cuatrimestre del año anterior. Tras alcanzar un pico a finales de 2021, el valor de Lucid en el mercado ha ido decayendo durante 2022 y la primera mitad de 2023. A pesar de un repunte en la segunda mitad del año pasado, este año termina nuevamente el cuatrimestre con pérdidas significativas.
Rivian ha tenido una experiencia similar, con una caída prácticamente continua de su valor en el mercado desde finales de 2021. Las pérdidas de Rivian ascienden hasta los 1.450 mil millones de dólares (1.350 millones de euros), tras la adaptación de su fábrica de Illinois para la fabricación de coches eléctricos de menor coste. La inversión en esta adaptación busca reducir costes en el futuro y acelerar la cadena de montaje, un enfoque que sigue la estrategia de producción de Tesla.
La competencia con Tesla es especialmente dura para estos fabricantes. Tesla ha logrado consolidar su posición en el mercado gracias a sus políticas de precios agresivas y su infraestructura de carga avanzada. En comparación, fabricantes como Lucid y Rivian enfrentan varios desafíos, como el mantenimiento de los vehículos eléctricos, la falta de infraestructura de cargadores en algunos países europeos, o la devaluación de estos vehículos en el mercado.
Según datos de la ANFAC, el crecimiento tanto de los vehículos eléctricos como de los híbridos enchufables es una realidad, pero estos siguen muy atrás con respecto a los coches convencionales de gasolina y, sobre todo, los híbridos tradicionales. Estos últimos han experimentado un gran crecimiento con respecto a 2023, distanciándose en ventas no sólo de los BEV y PHEV sino también de los diésel.
En esta situación de intensa competencia y desafíos crecientes, fabricantes como Rivian o Lucid lo tienen complicado. Según Bloomberg, estas dos marcas, junto con Aston Martin Lagonda y Fisker, están en riesgo. Fisker es un caso particularmente interesante. La Fisker original, conocida por el Fisker Karma, uno de los primeros PHEV de lujo, quebró y fue vendida a Wanxiang Group. La segunda Fisker, la actual con el Ocean como modelo principal, ha detenido su producción y está comenzando los procedimientos de insolvencia, un paso previo a declararse en bancarrota.