En un sombrío informe presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta ha denunciado que Israel ha perpetrado más de 250 ataques contra centros sanitarios en la sitiada Gaza y la ocupada Cisjordania.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la OMS, ha revelado la alarmante situación durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU). Tedros, quien visitó el hospital Al Shifa en Gaza en 2018, ha expresado su profunda preocupación por la situación crítica de los trabajadores sanitarios en la región, y ha subrayado que el sistema de salud en Gaza está «de rodillas».
Los ataques contra las instalaciones sanitarias en la Franja de Gaza y Cisjordania, según la OMS, han sido continuos desde el 7 de octubre. Tedros lamentó que solo la semana pasada, Israel atacó cinco hospitales en un solo día, mientras que, en las últimas 48 horas, al menos cuatro hospitales han quedado inoperativos. Además, informó que hay reportes de ataques en curso en el hospital Al Shifa y en el hospital de Rantisi.
El impacto de estos ataques en la población palestina ha sido devastador. Según el Ministerio de Salud palestino, desde el inicio de los ataques indiscriminados de Israel contra Gaza el 7 de octubre, 11 078 palestinos han perdido la vida, de los cuales, 4560 son niños.
La situación es aún más crítica ya que los palestinos en la Franja de Gaza no solo están muriendo a causa de los bombardeos israelíes, sino también por la falta de atención sanitaria necesaria debido al bloqueo inhumano impuesto por el régimen de ocupación contra el enclave costero. Este bloqueo ha restringido severamente el acceso a suministros médicos esenciales y ha impedido que los trabajadores sanitarios brinden la atención necesaria a quienes la necesitan desesperadamente.
Para el personal médico en Gaza, las condiciones de trabajo han sido extremadamente difíciles durante mucho tiempo, y ahora, con estos ataques, se vuelven prácticamente imposibles. Los trabajadores sanitarios, que están en la primera línea de la atención a los heridos y enfermos, se encuentran en una situación insostenible, ya que deben tratar de salvar vidas en medio de un conflicto armado, con hospitales dañados y suministros médicos limitados.
Los ataques a instalaciones sanitarias en tiempo de guerra violan la normativa internacional humanitaria, que protege a los hospitales y otros establecimientos médicos, así como a los trabajadores sanitarios, contra los ataques. Los hospitales deberían ser zonas de seguridad, pero en Gaza y Cisjordania, estos están siendo atacados, lo que pone en peligro la vida de pacientes y trabajadores sanitarios.
La OMS ha instado al respeto de las normas internacionales y ha hecho un llamado a la protección de los trabajadores sanitarios y las instalaciones médicas en Gaza y Cisjordania. Es vital garantizar que los profesionales médicos puedan realizar su crucial labor sin miedo a ser atacados, y que los hospitales puedan operar sin el riesgo de ser bombardeados.
El deterioro de la situación en Gaza y Cisjordania es una crisis humanitaria y de salud que requiere una respuesta internacional urgente. Si bien el conflicto político puede estar más allá del alcance de la OMS, la protección de los trabajadores sanitarios y las instalaciones médicas es un asunto de salud pública que cae bajo su mandato.