El pasado fin de semana, el mundo del automovilismo vivió una de las carreras más emocionantes e impredecibles de la Fórmula E, el campeonato eléctrico internacional que ha logrado captar la atención de fanáticos y entusiastas del deporte motor en todo el mundo. La escena fue el aeropuerto de Tempelhof, sede del ePrix de Berlín, donde se llevó a cabo la segunda carrera del fin de semana.
El británico Jake Dennis fue quien se llevó la pole position, mostrando un ritmo impresionante durante la clasificación, a pesar de un incidente que le impidió sumar puntos en la carrera del día anterior. El principal contendiente de Dennis fue Nick Cassidy, quien dio un espectáculo memorable en la carrera del sábado y llegó a la final con la intención de repetir su triunfo.
Cuando los semáforos se apagaron, fue Cassidy quien tomó la delantera, seguido de cerca por Pascal Wehrlein, un piloto que venía con ganas de redención y que logró superar a Dennis para ubicarse en la segunda posición. La carrera se caracterizó por la intensidad de las luchas en la pista, con una destacada participación de los equipos Porsche y Jaguar.
Las primeras activaciones del modo de ataque se dieron en las primeras cinco vueltas, con prácticamente todos los pilotos activándolo simultáneamente. El top-6 estaba conformado por las parejas de Porsche, Jaguar y Andretti, que mantuvieron una constante batalla por las primeras posiciones durante las primeras 10 vueltas.
La carrera se vio interrumpida en la vuelta 12 por la aparición del Safety Car, debido a un incidente con Max Günther, quien fue sacado de la pista por otro piloto, tal como le sucediera en la carrera del día anterior.
Al reinicio de la carrera, se unieron a la lucha por los primeros lugares Oliver Rowland, Edoardo Mortara y Jean-Eric Vergne. Rowland, con una conducción más agresiva, logró ascender al tercer lugar, poniéndose en la pelea con Cassidy y Wehrlein.
La carrera se mantuvo muy competida hasta la mitad, momento en el que se produjo una serie de cambios de posiciones y adelantamientos en prácticamente cada curva. El primer piloto en sufrir las consecuencias fue Stoffel Vandoorne, tras un toque con Sacha Fenestraz.
António Félix da Costa tomó la responsabilidad de liderar la carrera, disputando la posición con Wehrlein, Dennis, Evans, Rowland y Cassidy. A tan solo 12 vueltas del final, un nuevo incidente, esta vez entre Norman Nato y Fenestraz, provocó la aparición del coche de seguridad.
Tras la reanudación de la carrera, se produjo un intenso duelo entre Dennis y Wehrlein, que acabó con un toque entre ambos y con Dennis siendo adelantado por los dos pilotos de McLaren, Jake Hughes y Taylor Barnard.
Da Costa aprovechó la última activación del modo de ataque por parte de Evans para recuperar la primera posición y mantenerla hasta el final, llevando a Porsche a una valerosa victoria en casa. El podio lo completaron Cassidy y Rowland, seguidos de Wehrlein, Dennis y Evans. Destacó también la actuación de Barnard, que logró una estelar séptima posición.
La próxima cita de la Fórmula E será los días 25 y 26 de mayo en el circuito Internacional de Shanghai, prometiendo otra emocionante ronda de carreras eléctricas.