El Grupo Renault ha establecido un hito en la industria automotriz con su último prototipo, el Alpine Alpenglow Hy4, un coche de resistencia alimentado por hidrógeno. Este anuncio es una significativa declaración de intenciones por parte de la marca automotriz, que sigue la línea del GR H2 Concept de Toyota, pero va un paso más allá al enmarcar este avance en su estrategia de neutralidad de carbono en Europa para 2040 y a nivel mundial para 2050.
Este paso audaz y futurista plantea una pregunta emocionante: ¿Podríamos ver esta tecnología de hidrógeno en los futuros coches Alpine de calle? Para responder a esta pregunta, primero debemos entender cómo funciona este innovador sistema de hidrógeno.
El Alpenglow Hy4 no es solo un coche bonito con sus 340 caballos de fuerza generados a 7.000 revoluciones por un motor V6 turbo 2.0 de cuatro cilindros. Lo que realmente lo destaca es su forma de almacenar y utilizar el hidrógeno. Este coche guarda el hidrógeno en tres depósitos de 2,1 kilogramos cada uno (dos a los lados y uno en la parte trasera). El hidrógeno se almacena a 700 bares de presión, y antes de llegar a la cámara de combustión del V6, se regula su presión hasta los 40 bares.
En cuanto a las competiciones deportivas de motor, estos avances son particularmente significativos. A partir de 2027, se permitirán coches de hidrógeno en las 24 Horas de Le Mans y, para 2031, los motores utilizados en la Fórmula 1 también podrían funcionar con hidrógeno. Pero las aplicaciones del Grupo Renault de todo este desarrollo para los coches deportivos o para «usos comerciales extraurbanos de alta potencia» son igualmente prometedoras.
El hidrógeno se almacena y quema en estado gaseoso en el Alpenglow. A pesar de la mayor complejidad que supondría mantenerlo en estado líquido, Renault ha sugerido que el hidrógeno podría usarse para alimentar un motor extensor de autonomía en futuros coches alimentados por pila de combustible.
Los depósitos de hidrógeno presurizado del Alpenglow están certificados según el Reglamento 134 de homologación de la Unión Europea. En caso de incendio, las válvulas de seguridad evacuarían el hidrógeno para evitar un desastre mayor. Además, el vehículo está equipado con sensores de detección de hidrógeno que alertan al conductor en caso de emergencia.
El desarrollo de Renault en la tecnología de hidrógeno está alineado con su objetivo de neutralizar el carbono. La marca automotriz también ha establecido una joint venture con Plug, llamada HYVIA, para desarrollar vehículos comerciales ligeros propulsados por pila de combustible. Sin embargo, para que estos avances sean verdaderamente efectivos, será necesario un desarrollo simultáneo de la infraestructura de recarga de hidrógeno, que actualmente es escasa en comparación con las estaciones de carga de vehículos eléctricos.
Finalmente, cabe mencionar que la estrategia de reducción y neutralización de la huella de carbono de Renault también incluye la electrificación. El próximo mes de junio, en las 24 Horas de Le Mans, la marca presentará el Alpine A290, un vehículo eléctrico que se exhibirá junto al Alpenglow. El futuro de la automoción parece brillante y verde, y Renault está definitivamente a la vanguardia de este cambio.