El hospital Al-Ahli en Gaza, que fue objeto de un brutal ataque por las fuerzas de Israel el 17 de octubre, aún alberga a al menos 120 heridos, atrapados en sus instalaciones. La Media Luna Roja Palestina, en colaboración con los grupos de socorro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha conseguido evacuar a 25 heridos y enfermos, así como a una veintena de acompañantes y personal médico. Sin embargo, la situación sigue siendo desesperada para más de 100 víctimas del brutal conflicto que aún se encuentran en el centro.
El ataque a este hospital, que tuvo lugar hace apenas un mes, ha sido catalogado como una de las ofensivas más crueles perpetradas por el régimen de Israel. La explosión dejó más de medio millar de civiles muertos, y desde entonces, la ocupación israelí ha continuado su asalto mortal a otros hospitales de la Franja de Gaza, incluyendo Al-Shifa, Al-Wafa, Indonesia, Al-Quds, entre otros.
El régimen de apartheid de Israel ha sido acusado de una serie de violaciones graves de los derechos humanos en su trato a los palestinos en la ocupada Franja de Gaza. Los ataques a las infraestructuras médicas, una violación flagrante de las leyes internacionales, son una táctica que ha sido empleada con frecuencia en este conflicto devastador.
La Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, ha estado proporcionando al régimen de Israel la ubicación de grupos humanitarios en Gaza con el fin de, supuestamente, evitar ataques contra sus instalaciones. Sin embargo, Israel ha seguido atacando indiscriminadamente estos sitios, lo que ha llevado a un aumento en la pérdida de vidas y ha intensificado la crisis humanitaria en la región.
La Media Luna Roja Palestina ha emitido un llamado de socorro a la comunidad internacional, instando a la intervención para detener los ataques contra sus instalaciones médicas y para permitir la evacuación segura y eficaz de las víctimas del conflicto.
La situación en la Franja de Gaza es cada vez más desesperada. Los hospitales están abrumados por el número de heridos y la falta de suministros médicos y de personal, y la continuación de los ataques está dificultando aún más los esfuerzos de socorro. La falta de electricidad y agua potable está exacerbando la crisis, y los servicios básicos, como la atención sanitaria, están al borde del colapso.
El ataque al hospital Al-Ahli es un recordatorio sombrío de la brutalidad de este conflicto. Los hospitales son lugares de sanación y refugio, y el ataque a estas instalaciones es un acto de violencia inexcusable. Los más de 100 heridos que aún se encuentran en el hospital Al-Ahli son un testimonio de la urgente necesidad de una solución a este conflicto.
A pesar de las dificultades, los médicos y enfermeras del hospital Al-Ahli y de otros hospitales en la Franja de Gaza continúan haciendo todo lo posible para tratar a los heridos y salvar vidas. Estos profesionales de la salud son verdaderos héroes, enfrentándose a circunstancias inimaginables para brindar atención a aquellos que más lo necesitan.
La respuesta de la comunidad internacional a esta crisis ha sido insuficiente. Se necesita una acción inmediata para detener los ataques, garantizar el acceso a la atención médica y abordar la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. La vida de estos heridos, atrapados en el hospital Al-Ahli y en otros lugares, depende urgentemente de la intervención de la comunidad internacional.
La situación en la Franja de Gaza no es sólo una crisis humanitaria, sino también una crisis de salud. La falta de acceso a la atención médica, la escasez de suministros y la continua violencia están creando una situación insostenible. Los ataques a los hospitales y a otros servicios médicos son una violación de los derechos humanos y deben ser condenados enérgicamente por la comunidad internacional.
Es fundamental que se tomen medidas para proteger a los heridos y al personal médico en la Franja de Gaza. La comunidad internacional debe actuar ahora para detener la violencia y garantizar que se proporciona la asistencia necesaria a los que más la necesitan.