La durabilidad de los neumáticos siempre ha sido un tema de debate entre los conductores y los expertos en seguridad vial. Muchos se preguntan si realmente los neumáticos tienen una fecha de caducidad y si es seguro utilizar gomas que han estado almacenadas o sin uso durante mucho tiempo. De manera similar, surgen preguntas sobre cómo saber cuándo se ha fabricado un neumático. Para responder a estas inquietudes, este artículo se centra en aclarar estos puntos.
A pesar de los mitos que circulan, los neumáticos no tienen una fecha de caducidad establecida desde un punto de vista técnico y legal. Sin embargo, los fabricantes de estos productos aconsejan cambiarlos cada 6 años, independientemente de su desgaste o kilometraje. La razón para esta recomendación se debe a los compuestos utilizados en su construcción, que con el paso del tiempo y la exposición atmosférica, alteran sus propiedades.
Esta afirmación es respaldada por expertos independientes en la materia, incluyendo químicos y especialistas en seguridad vial. Ellos explican que el caucho de los neumáticos tiende a degradarse con el tiempo, perdiendo flexibilidad y endureciéndose. Este proceso de degradación resulta en una menor capacidad de adherencia sobre el asfalto, lo que puede ser especialmente peligroso en condiciones de circulación a alta velocidad o con la superficie de la calzada mojada.
Es crucial tener en cuenta que esta recomendación varía según el tipo de neumático y las condiciones en las que se ha almacenado. Por ejemplo, los neumáticos con compuestos más blandos tienden a envejecer más rápido que los duros. Además, si los neumáticos se encuentran almacenados al aire libre, factores como el calor y la incidencia de los rayos ultravioleta aceleran el deterioro del caucho.
Los neumáticos instalados en vehículos que no se mueven durante mucho tiempo pueden sufrir deformaciones por tener que soportar el peso del vehículo en un mismo punto durante un lapso muy prolongado. Esto puede generar vibraciones y pérdidas tanto de estabilidad como de rendimiento. Es importante recordar que en temas de seguridad vial, no se debe escatimar.
Aunque un neumático no tiene una fecha de caducidad per se, eso no significa que su estado se mantenga inalterable con el tiempo. De hecho, se recomienda que sean reemplazados cada seis años, independientemente de su uso.
Para aquellos que desean conocer la antigüedad de sus neumáticos como parte de un mantenimiento adecuado, existe un truco sencillo y rápido. Buscar los números DOT (Department of Transportation) en el flanco exterior del neumático puede proporcionar esta información. El último grupo de este código, compuesto por cuatro dígitos dentro de un óvalo, indica la semana y el año de fabricación del neumático.
Finalmente, es importante recordar que los neumáticos más antiguos, aunque parezcan nuevos, han sufrido un deterioro natural. Este deterioro afecta a su tracción y frenado, y los hace más propensos a sufrir pinchazos y reventones. Por lo tanto, la antigüedad de un neumático es un factor que no debe ser ignorado en la programación de su mantenimiento y reemplazo.