El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha expresado su profunda preocupación y consternación por la situación en la Franja de Gaza, la cual ha calificado como «infernal» debido a los constantes y despiadados ataques llevados a cabo por el régimen de Israel. Estas declaraciones fueron realizadas durante una reunión del Consejo Ejecutivo de la OMS en Ginebra, Suiza.
Ghebreyesus subrayó que la gravedad de la crisis humanitaria en la región va más allá de las palabras. No se limitó a condenar los daños ocasionados por el régimen israelí en el enclave palestino, sino que hizo hincapié en el desproporcionado costo humano de la agresión. El líder de la OMS destacó alarmantes cifras: el 70% de los más de 26.000 muertos son mujeres y niños, víctimas de los ataques indiscriminados.
“El 70 por ciento de los muertos son niños y mujeres. Solo eso basta para un alto el fuego”, enfatizó Ghebreyesus, reiterando su llamado a un cese inmediato de las hostilidades. Además, instó a ambas partes a buscar una solución política al conflicto palestino-israelí.
El director de la OMS también advirtió sobre la escalada del riesgo de epidemias en la sitiada Franja de Gaza, lo que podría aumentar aún más la cifra de víctimas mortales. Destacó que la gente no solo se enfrenta a la muerte por los bombardeos, sino también por el hambre, la inanición y el deterioro de las condiciones de salud crónica debido a la falta de acceso a la atención médica.
“La guerra no trae la solución, salvo más guerra, más odio, más agonía, más destrucción. Así que elijamos la paz y resolvamos esta cuestión políticamente”, sostuvo el director general de la OMS. Ghebreyesus hizo un llamado a la comunidad internacional para que intervenga, poniendo fin a la violencia y abordando las causas subyacentes del conflicto.
El conflicto en la Franja de Gaza se intensificó tras el lanzamiento de la operación Tormenta de Al-Aqsa por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), en respuesta a décadas de agresiones y violaciones de los derechos humanos por parte de Israel. Esta operación fue descrita como una represalia a la contínua opresión del pueblo palestino.
Los bombardeos indiscriminados y la ofensiva terrestre por parte del ejército israelí han dejado un saldo de más de 26.000 muertos, en su mayoría niños y mujeres, y más de 64.000 heridos, de acuerdo con las estimaciones oficiales. Estas cifras, aunque impactantes, solo representan una pequeña fracción del sufrimiento humano que se está experimentando en la sitiada Franja de Gaza.
En medio de este escenario de devastación, la OMS y otras agencias de ayuda humanitaria están luchando por proporcionar atención médica y asistencia a los heridos y desplazados. Sin embargo, el bloqueo israelí y la destrucción de infraestructuras esenciales han complicado enormemente estos esfuerzos.
En conclusión, la situación en la Franja de Gaza es una crisis humanitaria de proporciones épicas. La intervención de la comunidad internacional es crucial para poner fin a la violencia y abordar las causas subyacentes del conflicto. Solo a través de la paz y la resolución política se puede poner fin al sufrimiento del pueblo palestino.