Esta leyenda del 4×4 se actualiza con un motor que desafía la electrificación para competir con los mejores en todo terreno.

Con un motor que se ríe de la electrificación, esta leyenda del 4x4 acaba de actualizarse para responder a los mejores reyes del todoterreno

El panorama actual de los vehículos todoterreno parece estar inclinándose hacia la electrificación. Sin embargo, el legendario 4×4 Land Rover Defender desafía esta tendencia al renovarse con un motor diésel, demostrando que esta fuente de energía todavía tiene mucho que ofrecer en el mundo del automovilismo. Esta decisión, aunque controvertida para algunos, permite poner en las calles un verdadero 4×4 que combina lo mejor de dos mundos en términos de propulsión, y sigue siendo una de las referencias en su segmento, rivalizando con competidores como el Mercedes Clase G o el Jeep Wrangler.

La nueva generación del Land Rover Defender ha debutado con una renovación muy interesante para aquellos que aún no están convencidos con la total electrificación hacia la que se está dirigiendo este tipo de vehículos. Esta tendencia ha sido evidenciada recientemente por el lanzamiento del nuevo Mercedes Clase G eléctrico (G 580 EQ).

La actualización clave del Defender radica en su turbodiésel de 6 cilindros en línea y 3 litros de cubicaje, un motor que hemos tenido la oportunidad de probar en Diariomotor con resultados excelentes. Ahora, este motor debuta con una nueva evolución que mejora sus prestaciones y eficiencia, manteniendo una característica crucial en la actualidad: la etiqueta de emisiones ECO.

A pesar de las opiniones en contra, la mejor opción de compra para un 4×4 en la actualidad sigue siendo un motor diésel, especialmente si es microhíbrido. La estrategia de los microhíbridos es polémica debido a su capacidad limitada para reducir emisiones y consumos en comparación con otros niveles de electrificación. Sin embargo, es una tecnología muy ventajosa para el comprador, ya que garantiza la disponibilidad de un motor diésel térmico de gran cilindrada, añadiendo todos los beneficios que incluye el distintivo ECO, como la libre circulación y aparcamiento en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

Diseñado como reemplazo de la versión D300, el nuevo motor D350 desarrolla una potencia máxima de 350 CV y un par motor máximo de 700 Nm. Esto representa un incremento de 50 CV y 50 Nm en comparación con el motor anterior.

Este motor, a la espera de conocer los datos de homologación, mantendrá o incluso reducirá sus consumos y emisiones, siendo compatible con todas las armas off-road del Defender: transmisión automática de 8 velocidades con reductora, tracción total inteligente, bloqueos para los diferenciales central y trasero, suspensión neumática con regulación de altura, sin olvidar uno de los controles de tracción más eficaces del mercado para la práctica todoterreno.

El nuevo motor estará disponible a partir de ahora en las tres carrocerías ofrecidas en la gama Defender: 90, 110 y 130. Con este paso audaz, Land Rover asegura que el diésel todavía tiene mucho que ofrecer en el futuro del automovilismo, desafiando la creencia popular de que la electrificación es la única vía a seguir en la industria de los vehículos todoterreno.

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